Diego Cifarelli, Presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), habló con Chacra TV y describió este como un año de transición con medidas que aún limitan el potencial de exportación, afectando especialmente a la agroindustria, la cual considera clave para la generación de riqueza en Argentina. Expresó optimismo por la estabilización macroeconómica bajo el gobierno de Javier Milei, destacando la reducción de la inflación como un logro importante, aunque criticó la falta de análisis sectorial para fomentar el crecimiento económico de manera más focalizada.
Subrayó la necesidad de fortalecer las exportaciones para 2025, ante un aumento en la oferta mundial de trigo liderada por países como Rusia y Estados Unidos. Advirtió que un exceso de oferta en el mercado interno podría perjudicar los precios para los productores si no se logra equilibrar la balanza exportadora, aspirando a alcanzar volúmenes de 14-15 millones de toneladas.
"Un año de transición donde estamos atravesando un momento donde se están disipando muchas medidas", sostuvo Cifarelli y agregó: "Es un sin sabor, porque te podría decir que estoy muy ilusionado y también estoy desilusionado, porque creo que el norte del país en este momento es el norte que tienen los sectores industriales y como me toca administrar un sector industrial muy importante para la Argentina, me hubiera gustado que ese contrapeso que tenemos, que no nos permite florecer en las exportaciones, se disipara lo antes posible y ahí es donde hubiera pedido un poco de análisis más detenido para ver a cuál ya se podían liberar para que empiecen a generar riqueza".
En ese sentido, el titular de la FAIM señaló que "está claro que la generación de riqueza de este país va a provenir del ámbito privado y sobre todo de la agroindustria, que es la que va a ser la locomotora junto otros sectores".
Por otro lado, haciendo referencia al estado del sector hoy Cifarelli destacó que "se llegue a tiempo y no agarremos un productor cansado, un industrial cansado y que no tenga ganas de seguir apostando por el país".
A su vez, el titular de la industria molinera habló acerca del primer año de gestión de Javier Milei y opinó: "Es positivo desde el momento que se logró estabilizar la macroeconomía" y agregó que "Argentina es un país que vive y respira al ritmo de la macro y es lo que nos hace a todos tensionar cuando no podés hacer presupuesto de venta, cuando no podés hacer presupuestos financieros porque no sabés qué precio va a estar el dólar. El hecho de haber logrado esta casi epopeya de frenar la inflación y llegar a los números actuales es un éxito extraordinario". Haciendo referencia a las políticas económicas tomadas por el gobierno, Cifarelli opinó que "el saldo positivo es altísimo para la gestión del Ministerio de Economía, pero yo le hubiera pedido un poco más de capilaridad en el análisis minucioso de los sectores para ir despegando de a poco y no meter todos en la misma canasta".
Asimismo, el titular de la FAIM destacó que podría haber dejado de pagar por lo que no hacemos. "Era un ganar-ganar para el Estado Nacional, para los empresarios, todavía no hemos tenido la capacidad para convencerlos, esperemos que en poco tiempo lo hagamos", sentenció Cifarelli.
Finalmente, el presidente de la industria molinera habló acerca de las perspectivas para el 2025 en su sector. "Las expectativas son de necesidad de exportación, vamos a tener una gran cantidad de trigo, eso va a hacer que si no logramos comercializar los volúmenes necesarios tanto de grano como de harina, el precio por ahí no sea el que espera el productor, por un exceso de oferta en el mercado doméstico, así que esperamos que rápidamente la exportación pueda equilibrar la oferta-demanda a nivel mundial en un modelo mundial donde Rusia tiene más oferta, donde Estados Unidos tiene más oferta y Argentina también va a ofrecer lo suyo", explicó Cifarelli y señaló que "las expectativas de precio para el productor son cautelosas y solamente se corrigen para generar beneficio si comienza una actividad exportadora, que es la que todos estamos pensando y llegando a volúmenes que Argentina puede cumplir perfectamente, de 14-15 millones de toneladas".