Más de 600 jóvenes participaron del Punto de Encuentro del IPCVA en Olavarría que se llevó a cabo el 25 de abril, bajo el slogan "Carne: una pasión de que los argentinos - Arraigo, desarrollo y sustentabilidad", en el Centro de Exposiciones Municipal (CEMO) de esa ciudad.
Durante el evento estudiantes secundarios, universitarios y
jóvenes productores escucharon disertaciones referidas al arraigo, el
desarrollo, la comunicación, la sustentabilidad y la nutrición.
Bárbara Errobidart, Presidenta de la Juventud de Coninagro, compartió sus reflexiones sobre el Encuentro de Jóvenes realizado en la Olavarría, una zona ganadera destacada que reúne a diversos jóvenes agrarios de cooperativas integrantes de Coninagro.
"Este encuentro lo teníamos en mente desde el año pasado, junto con otros encuentros del IPCVA. Decidimos inaugurar los Encuentros de Jóvenes en este 2024 aquí en la barría, una zona ganadera importante para nosotros", explica Errobidart.
El trabajo en la selección de contenidos para el evento se realizó en colaboración con el IPCVA, donde se tuvo en cuenta las temáticas que interesaban a los jóvenes cooperativistas. "Propusimos disertantes tanto del Instituto como de la juventud de Coninagro, y así surgió un cronograma diverso que aborda temas como sustentabilidad, educación, nutrición y la importancia de la carne y la producción ganadera en general", añade.
Errobidart destaca el interés de los jóvenes en la ganadería, evidenciado por la alta participación en el evento, con más de 500 inscritos y la necesidad de cerrar inscripciones.
Respecto al trabajo en Coninagro, Errobidart explica que la juventud de Coninagro es una organización a nivel nacional que representa a jóvenes de diferentes federaciones, abordando temáticas relacionadas con la producción agropecuaria, la dirigencia y aspectos sociales como el liderazgo y el trabajo en equipo.
Sobre el tema del arraigo en el campo, Errobidart reconoce que es un desafío, ya que muchas veces el campo no ofrece las comodidades que los jóvenes buscan. Sin embargo, destaca la importancia de mantener el vínculo con las empresas familiares y el campo, incluso cuando los jóvenes emigran a las ciudades para estudiar o trabajar.
"Tenemos esperanza en las generaciones futuras para mantener vivo ese arraigo en el campo", concluye Errobidart.
