El maíz es probablemente el cultivo que más generosamente responde al aporte de nutrientes. Gran parte de la Región Pampeana presenta una deficiencia crónica de nitrógeno (N) para sostener altas producciones de maíz, debido a la disminución de los tenores de materia orgánica (MO). Por otra parte, la intensificación de la agricultura en esta región (por ejemplo, genotipos de mayor potencial y adaptabilidad) ha posibilitado en parte la obtención de altos rendimientos, es decir mayor demanda de nutrientes, por lo que la fertilización del cultivo cumple un rol esencial para maximizar la rentabilidad. Para los profesionales del INTA, el manejo racional de la fertilización nitrogenada del cultivo implica el desarrollo de metodologías de diagnóstico que optimicen los niveles de N en el canopeo y mantengan la capacidad fotosintética del cultivo para asegurar la máxima producción, y además eviten excesivas aplicaciones de fertilizante nitrogenado potencialmente perjudiciales para el ambiente
Ensayo
Los técnicos de la EEA INTA Oliveros oportunamente han efectuado recomendaciones referidas a umbrales críticos de nitrógeno a la siembra (UCNS) y dosis óptima económica (DOE) según potencial de producción.
En la medida que el cultivo tenga un mayor potencial de rendimiento, los UCNS aumentarían y cambiaría la DOE.
Así, los umbrales de nitrógeno disponible a la siembra (Nds) fueron 137 y 161 kg N/ha-1 para ambientes por debajo (BR) y encima (AR) de 9.665 kg/ha-1, respectivamente. En situaciones de alta respuesta, la DOE osciló entre 125 y 137 kg N/ha-1 para la relación de precios 5:1 y entre 83 y 93 kg N/ha-1 para la relación 20:1 en AR, mientras que en BR el rango de DOE fluctuó entre 51 y 79 kg N/ha-1 y 38 y 59 kg N/ha-1 para las relaciones 5:1 y 20:1, respectivamente.
Los resultados de este trabajo remarcan que además de la capacidad del suelo de proveer N, es importante definir la potencialidad de producción de maíz en cada ambiente para diagnosticar la fertilización nitrogenada, y así alcanzar la mayor rentabilidad haciendo un uso eficiente del fertilizante.
Asimismo se analizaron los casos extremos de respuesta a la fertilización nitrogenada. Dentro de AR, la más alta respuesta correspondió a un lote con más de 40 años de agricultura, mientras que la respuesta menor se dio en uno que tuvo pastura en base alfalfa dos años antes. Dentro de BR, la mayor respuesta se obtuvo en un lote degradado con más de 60 años de agricultura, mientras que la menor respuesta se observó en maíz sembrado a fines de octubre, en un lote con prolongada historia agrícola.
Ideas fuerza
Queda claro que el mayor potencial de rendimiento del ambiente, incrementó el umbral de respuesta a nitrógeno, lo que convalidó la importancia de utilizar diferentes umbrales de disponibilidad de N a la siembra en función de este potencial.
En consecuencia, la definición de los ambientes de producción de maíz para diagnosticar la fertilización nitrogenada, incluyendo no sólo la capacidad del suelo de brindar N sino también las características de cada ambiente de alcanzar un determinado rendimiento, toma importancia para determinar fehacientemente el umbral de respuesta, diagnosticar las necesidades de N y así hacer un manejo más eficiente del fertilizante.