Así como al Gobierno le gusta hablar de la "década ganada" y a la oposición de la "década perdida", sin temor a equivocarse es posible formular esta misma división entre los sectores favorecidos y perjudicados por el giro ortodoxo emprendido este año por el Gobierno.
El balance fue realizado a partir de la decisión oficial de devaluar fuertemente, moderar la política monetaria y subir la tasa de interés; ajustar las cuentas fiscales con el recorte de subsidios ; sincerar los datos de la inflación y del PBI; acercarse a los mercados con los pagos a Repsol (por la expropiación de YPF), a empresas ganadoras de juicios en el Ciadi y las negociaciones con el Club de París , y promover el cierre de las paritarias por debajo de la inflación real, según detalló el director de Ecolatina, el economista Marco Lavagna.
Del lado de los ganadores, según los analistas consultados, aparecen claramente el sector agroexportador -la soja en particular-, el sector financiero , los servicios públicos vinculados con la energía y las economías regionales. Del otro lado, explicaron, sin duda perdieron los productores de bienes durables, los asalariados, el consumo, los importadores y la construcción, entre otros.
En el medio quedaron sectores como el Estado -que por un lado ganó más recaudación por la devaluación, pero, por el otro, perderá más recursos por la suba en el gasto de importaciones de combustibles-, el turismo -que aumentará sus viajes internos y disminuirá sus ventas externas- y los bancos, que ganaron rentabilidad por la suba de tasas, pero sufrirán por la baja en la demanda de créditos.
Lavagna opinó que "con este giro de la política económica es esperable una recesión de la actividad económica, por lo que la mayoría de los sectores se van a ver perjudicados en el corto plazo; de todas formas, habrá sectores que se verán especialmente perjudicados, mientras que otros se verán poco afectados y pueden incluso verse beneficiados en el mediano plazo".
En cambio, el director de Econométrica, Ramiro Castiñeira, opinó que "al sacar el pie del acelerador, pero sin frenar en forma violenta, el Gobierno logró que todos los sectores ganen, porque apenas habrá una recesión del 1,4 por ciento en promedio y no una megarrecesión como la que se esperaba en enero, lo cual no es malo si se logra frenar la inflación". Según Castiñeira, "el Gobierno desactivó una crisis y, si llegara a conseguir financiamiento externo, estaría en una muy buena situación, porque tomó la agenda que tenía la oposición y la puso en marcha en los últimos tres meses".
Sin embargo, Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres & Asociados, consideró que "lo que se dice ganadores en el corto plazo son muy pocos; tal vez algunos evitaron pérdidas mayores".
En este sentido, el director de ACM, Maximiliano Castillo, afirmó que "en términos generales una eventual corrección sustentable de la política macroeconómica, que aún está por verse, mejorará a mediano plazo las perspectivas de todos los sectores en la medida en que permitiría reducir la incertidumbre". A corto plazo, agregó, los sectores más ligados a la producción de bienes de consumo durable (electrodomésticos y autos) "serán particularmente afectados, por ejemplo, por las peores condiciones de financiamiento, de menos crédito y más caro, y por la caída del salario real".
En cambio, podrían mejorar su perspectiva los servicios públicos vinculados con la energía y las petroleras por la quita de subsidios y el aumento en el precio de los combustibles, respectivamente.
Para Ricardo Delgado, director de Analytica, "el gran ganador por el momento es el sector bancario, porque a pesar de la suba en las tasas de interés pasivas, el Banco Central les permite a los bancos compensarla en las tasas de Lebac, que superan a las tasas pasivas". Y si bien los bancos reducen el crédito al sector privado, "dichos ingresos son más que compensados por el incremento en las tasas activas y por mayores ingresos por tenencia de letras que son a corto plazo y a bajo riesgo", explicó. También "la cadena sojera apunta a ser otro ganador, dada la mayor producción esperada, altos precios internacionales y la devaluación de enero", detalló Delgado.
ÉXITO CONDICIONADO
Agustín D'Attellis, de la corriente oficialista La Gran Makro, dijo que las medidas que "tuvieron gran éxito en contener una corrida cambiaria y su consecuente impacto inflacionario perjudicaron la performance de algunos sectores, como el automotor -con la combinación del impuesto interno creado a fines de 2013 y la posterior devaluación y aumento de los precios de los autos-, la construcción -donde la falta de crédito hipotecario sigue conteniendo la aparición de una demanda genuina de inmuebles-, y sectores de la industria vinculados con estos dos grandes rubros, tales como autopartes e insumos para la construcción".
En tanto, Marina Dal Poggettto, directora del estudio Bein, dijo que a mitad de camino se ubicaron sectores como el turismo, porque "venderán menos afuera y más a nivel local", y advirtió que los ganadores por la devaluación irán perdiendo en la medida en que no se frene la inflación en los próximos meses. En general, aclaró, "es una torta que se achica" por la recesión de 1,5% que espera para este año.
ALZAS Y BAJAS EN LOS SECTORES
Ganadores
Se benefician las cerealeras y el complejo sojero; los servicios públicos vinculados con la energía; el sector financiero, y las economías regionales.
Perdedores y "empatados"
Los productores de bienes durables; la construcción, los asalariados y los importadores, baja. Empatan el Estado y el turismo.