19 Jun 2013
La Argentina desaprovechó en los últimos seis años un beneficio comercial que le otorga la Unión Europea y por eso dejaron de ingresar al país casi u$s 500 millones en concepto de ventas externas de Cuota Hilton.
El cupo de carnes premium que ingresa al Viejo Continente con arancel diferencial tampoco se cumplirá este año, cuando se espera que al cierre del período, a fin de junio, el país haya dejado de enviar casi 8.000 de las 30.000 toneladas incluidas en el beneficio.
Según un informe del especialista Néstor Roulet, desde el ciclo 2007/08 (el período Hilton se extiende entre julio y junio del año siguiente) la Argentina se privó de vender unas 37.744 toneladas de un total del 171.375 toneladas que debió enviar en los últimos seis períodos. Es decir que la subejecución promedio de la Cuota Hilton es del 22% desde que, en 2006, se implementó en la Argentina el control de las exportaciones de carne con la intención de proteger la mesa de los argentinos.
Pero no solamente los controles oficiales pesaron sobre las ventas de este producto, que incluye entre cuatro y siete cortes de alta calidad cuyo valor este año promedia los u$s 15.000 por tonelada.
La primera falta de la Argentina, en el ciclo 2007/08, se vio impactada por el conflicto del campo con el Gobierno por la Resolución 125, que imponía retenciones móviles. Ese año hubo protestas con ceses de comercialización, piquetes y contrapiquetes que perjudicaron el abastecimiento y la operatoria de exportación.
En los dos ciclos siguientes, el principal escollo de la Cuota Hilton fue la demora en completar la licitación que adjudica el cupo de exportación a cada frigorífico, y el establecimiento de un encaje por el que el Gobierno exigía que las empresas dejaran el 75% de la producción de carne en el país y exportaran el resto. Esta medida redefinió el negocio e hizo desaparecer a pequeños frigoríficos especializados en la exportación y sin operaciones en el mercado de consumo interno.
Adicionalmente, en el ciclo 2009/10 cambió la forma en que el gobierno nacional comenzó a distribuir la cuota entre empresas, y dejó de considerar el llamado past performance es decir, el desempeño pasado, para empezar a premiar el abastecimiento del mercado interno. A esta altura, las decisiones ya estaban concentradas en la figura del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
En los últimos dos ciclos las adjudicaciones fueron más prolijas en términos de plazos, pero la menor hacienda disponible que elevó los precios en el mercado interno ocasionó un giro del negocio.
La sequía de 2009 le hizo perder al país un buen número de cabezas de ganado y eso terminó repercutiendo en la escasez de novillos del ciclo 2011/12.
Adicionalmente, la suba de los costos restó competitividad a la carne local y eso es, en buena medida, la causa del incumplimiento actual.
El cupo de carnes premium que ingresa al Viejo Continente con arancel diferencial tampoco se cumplirá este año, cuando se espera que al cierre del período, a fin de junio, el país haya dejado de enviar casi 8.000 de las 30.000 toneladas incluidas en el beneficio.
Según un informe del especialista Néstor Roulet, desde el ciclo 2007/08 (el período Hilton se extiende entre julio y junio del año siguiente) la Argentina se privó de vender unas 37.744 toneladas de un total del 171.375 toneladas que debió enviar en los últimos seis períodos. Es decir que la subejecución promedio de la Cuota Hilton es del 22% desde que, en 2006, se implementó en la Argentina el control de las exportaciones de carne con la intención de proteger la mesa de los argentinos.
Pero no solamente los controles oficiales pesaron sobre las ventas de este producto, que incluye entre cuatro y siete cortes de alta calidad cuyo valor este año promedia los u$s 15.000 por tonelada.
La primera falta de la Argentina, en el ciclo 2007/08, se vio impactada por el conflicto del campo con el Gobierno por la Resolución 125, que imponía retenciones móviles. Ese año hubo protestas con ceses de comercialización, piquetes y contrapiquetes que perjudicaron el abastecimiento y la operatoria de exportación.
En los dos ciclos siguientes, el principal escollo de la Cuota Hilton fue la demora en completar la licitación que adjudica el cupo de exportación a cada frigorífico, y el establecimiento de un encaje por el que el Gobierno exigía que las empresas dejaran el 75% de la producción de carne en el país y exportaran el resto. Esta medida redefinió el negocio e hizo desaparecer a pequeños frigoríficos especializados en la exportación y sin operaciones en el mercado de consumo interno.
Adicionalmente, en el ciclo 2009/10 cambió la forma en que el gobierno nacional comenzó a distribuir la cuota entre empresas, y dejó de considerar el llamado past performance es decir, el desempeño pasado, para empezar a premiar el abastecimiento del mercado interno. A esta altura, las decisiones ya estaban concentradas en la figura del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
En los últimos dos ciclos las adjudicaciones fueron más prolijas en términos de plazos, pero la menor hacienda disponible que elevó los precios en el mercado interno ocasionó un giro del negocio.
La sequía de 2009 le hizo perder al país un buen número de cabezas de ganado y eso terminó repercutiendo en la escasez de novillos del ciclo 2011/12.
Adicionalmente, la suba de los costos restó competitividad a la carne local y eso es, en buena medida, la causa del incumplimiento actual.