El Gobierno nacional dictó la conciliación obligatoria desde hoy y por 15 días hábiles en el conflicto en los puertos del Gran Rosario, afectando a las exportaciones agroindustriales, y que se inició ayer por un reclamo de los trabajadores aceiteros. El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo (SOEA) inició una medida de fuerza en las terminales de up river, en rechazo a que se aplique retenciones del impuesto a las ganancias fijadas por Ley.
Al respecto, desde la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) señalaron en un comunicado que dada la existencia de sueldos altos en la industria, "todos los trabajadoras y trabajadores están sujetos a retenciones por ley". Y agregaron que "las empresas se ajustan plenamente al cumplimiento de la misma y no existen errores ni prácticas de retenciones fuera de la ley más allá de algunos argumentos insólitos del sindicato".
Además, expresaron que como consecuencia de la medida de fuerza la industria aceitera está totalmente paralizada "por una razón impositiva absolutamente ajena al sector". Desde el año pasado y hasta el presente los exportadores y aceiteros vienen planteando su preocupación por el aumento de la conflictividad gremial en los puertos de exportación del país, un escenario que afecta directamente el ingreso de dólares al país.
En ese sentido, en octubre pasado el sector ingresó al país divisas por las exportaciones agroindustriales que ascendieron a los USD 2.416 millones, una marca histórica para este siglo en el décimo mes del año, representando una caída mensual del 1% y un incremento interanual del 40,8%. Por otro lado, el ingreso de divisas acumulado de la agroexportación en los primeros diez meses del año alcanzó los USD 28.087 millones. La cifra refleja un incremento del 66,6% con respecto al mismo período del año pasado y récord absoluto para el mismo período desde comienzos de este siglo, según informaron desde CIARA-CEC.
Ingresos
El motivo del buen escenario de ingreso de dólares por las exportaciones agroindustriales, se debe al sostenido crecimiento de los precios internacionales, lo que compensó la menor cantidad medida en toneladas. Además, habrá un impacto positivo en los ingresos fiscales en concepto de derechos de exportación por parte de las principales cadenas granarias, que según las proyecciones de la Bolsa de Comercio de rOSARIO (BCR) rondaría los USD 8.610 millones en el presente año, lo que significará un incremento de 134% respecto a lo registrado en 2020.
De concretarse este guarismo, el año cerrará con un aporte extra respecto al año pasado de USD 5.000 millones. De ese total, gran parte lo aportará el complejo sojero, con USD 6.753 millones, seguido muy por detrás por el maicero con USD 1.157 millones y el de trigo, con USD 524 millones. Completan la lista la cebada, con USD 70 millones; el girasol, con USD 67 millones; y el sorgo, con 39 millones de dólares.
A todo esto, hay que agregar que el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del Indec citados por Ciara y CEC. El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%. El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el Indec, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%).
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