Pocas veces la lechería vivió una situación crítica como ahora, debido a los bajos precios recibidos, que no alcanzan para afrontar los costos. La producción está estancada a niveles de 1999.
Desde 2002 y hasta fines de septiembre de este año, es decir durante un lapso de 13 años dejaron de funcionar 4.903 tambos en el país. Promediados por año, en este período se cerraron por año 377 explotaciones lecheras, según advirtió un informe de productores lecheros presentado en el Senado de la Nación.
Además de tener menos tambos, el país está estancado en sus indicadores de producción. Desde 1999, creció en forma diez veces más lenta de lo que lo había hecho en los 100 años anteriores. Por si fuera poco, en un lote de ocho países desde 1999 se ubicó como el que menos expandió su producción en términos porcentuales. En realidad, viene cayendo dos por ciento desde 2012 y se prevé que cerrará 2015 con un volumen similar a 1999, cuando se obtuvieron 10.328 millones de litros.
La desaparición de los tambos y la magra performance respecto de otros países sucedieron a la par de otro fenómeno: los productores que siguen en la actividad están cada vez más endeudados. Sólo en los últimos cinco años, su deuda se cuadruplicó. Pasó de 578 a 2.259 millones de pesos. Hoy los tamberos afrontan una fuerte descapitalización, con costos que no cubren los ingresos -por la baja de los precios aplicada por las industrias- y quebrantos económicos.
Estos datos, entre otros, se conocieron durante una jornada realizada tiempo atrás en el Senado bajo el título de “La crisis terminal del sector lechero argentino” y allí se criticó el impacto sobre la producción de la política oficial de los últimos años, en especial desde 2006 con fuertes intervenciones en el mercado, controles de precios y de exportaciones, entre otras medidas que llevaron a una lechería regulada con resultados que están a la vista.
En 2002, había en la Argentina 15.305 tambos. Hoy quedan 10.402. Son 4.903 explotaciones lecheras menos. El trabajo arribó a esta conclusión a partir de los censos agropecuarios de 2002 y 2008 y a partir del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Promediando 1999-2014, en ese período la producción argentina creció cuatro por ciento en términos porcentuales, contra entre once y 96 por ciento de otros países. La comparación está muy clara y permite concluir que aquí la producción se expandió menos que en todo el resto del mundo no por razones climáticas y otros fenómenos naturales que por supuesto existen tanto aquí como en otras partes, sino por las erróneas políticas llevadas adelante durante estos años del gobierno kirchnerista, que merced a regulaciones, trabas y falta de financiación dejaron al campo en muy malas condiciones productivas, aún habiendo alcanzado los productos primarios muy elevados precios internacionales en determinados momentos.
Fue justamente durante esos momentos en que el Gobierno implementó las mayores trabas para la exportación y las que fueron permitidas resultaron castigadas con fuerte retenciones, como con el trigo y el maíz, pero especialmente la soja con un 35%. Es decir, en este último caso, el Gobierno se quedó con más de un tercio de lo producido, lo cual llevado a una figura muy gráfica fue que un poco más de uno de cada tres camiones que llegaba al puerto, era íntegramente para el fisco. Lo cual produjo una descapitalización que hoy impacta muy fuerte en los productores.
Tanto los cereales como la carne han recibido atención de parte del nuevo gobierno que comenzará su gestión en forma efectiva luego de asumir el jueves de esta semana, aportando algo de esperanza, pero en cambio con la leche parece haber sido olvidada. Lo cierto es que casi cinco mil tambos desaparecidos en los últimos 13 años habla claramente de cuál ha sido la situación, que ahora se encuentra agudizada sobremanera por los bajos precios que se reciben.
SANTA FE PRODUCE EL 32% DEL PAIS
En nuestra provincia el sector lechero es estratégico: hay 4.130 tambos (el 35% del país) de los que viven unas 9.000 familias rurales. En estos establecimientos se produce un promedio mensual de 245/250 millones de litros (3.000 millones de litros anuales, el 32% del ordeñe nacional), con un rodeo lechero de más de 570.000 vacas en producción.
Además, las industrias lácteas mueven la aguja del empleo en localidades como nuestra ciudad (base de Ilolay, La Paulina y varias pymes), Sunchales (SanCor), Frank (Milkaut), San Jerónimo Norte (Adler) y San Justo (Tregar), entre otras. Según las cifras del Gobierno santafesino, en la provincia hay 130 industrias lácteas de las que sale el 40% de las exportaciones de la cadena lechera y generan puestos de trabajo directo para 8.000 personas. diariolaopinion.