Desde el protagonismo que le confiere ser uno de los principales generadores de divisas para el país, el sector exportador de granos y subproductos oleaginosos reclama cuatro medidas específicas. Con su puesta en marcha busca lograr un aumento considerable de la actividad, generar más empleo y divisas.
Condiciones económicas. Es el primer requisito que el sector solicita al próximo gobierno. Sostiene que el crecimiento de la producción se debe apoyar en mercados libres y transparentes, con reglas de juego claras y con competencia. Para eso considera fundamental la eliminación del sistema de licencias no automáticas y de las restricciones cuantitativas a las exportaciones, la modificación de las normas que desincentivan el uso de los mercados a Término, para potenciar esta herramienta en favor del productor. Además, la remoción de las trabas regulatorias que impiden la utilización del régimen de admisión temporaria para el procesamiento de granos de países vecinos.
Infraestructura. Su desarrollo es una de las prioridades para el complejo, a partir de la construcción de un nodo multimodal que incluya ferrocarril, carreteras y accesos a los puertos, además de la optimización de la matriz energética.
Seguridad jurídica. El sector la considera clave para otorgarle previsibilidad a las inversiones y a la producción. Asegura que para ello es fundamental el respeto a las leyes, evitar huelgas y piquetes que frenen los flujos de exportación y el respeto a la propiedad privada, física e intelectual.
Sustentabilidad ambiental. El sector recomienda la construcción de un marco legal que contenga controles en la aplicación de agroquímicos, para un uso razonable y equilibrado, y el incentivo a la producción sustentable a largo plazo.
El economista del Ieral Juan Manuel Garzón coincide con el diagnóstico que realiza el complejo agroexportador. De acuerdo con su visión, en los últimos años hubo retrocesos muy visibles en factores estructurales, que tienen mucho que ver con el funcionamiento del Estado y con la sociedad actuando de manera colectiva. A su juicio, en materia de energía hubo un gran deterioro en la calidad de prestación de los servicios y amplias regiones del país que siguen sin acceso a redes de gas natural. Al igual que en materia de infraestructura de transporte, con rutas nacionales (troncales) y provinciales angostas y excedidas de carga.
Si bien Garzón considera que la confianza no se recupera de un día para otro, sí se pueden dar señales importantes al mercado, “como eliminar toda posibilidad legal e institucional de intervención en la comercialización de productos agropecuarios”, afirmó.