Agentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizaron inspecciones en cinco empaques cítricos de distintos puntos de la provincia de Tucumán. En dos de ellos, uno situado en las afueras de San Miguel de Tucumán, y el otro en la localidad de Burruyacú, se detectaron alrededor de 50 mil kilos de cítricos (limón, naranjas, pomelos y mandarinas), los cuáles no contaban con la documentación para justificar su origen.
Ante esta situación, se procedió a frenar el proceso de producción y a interdictar la fruta, lo que implica la suspensión de su movimiento y comercialización. También se constató que ambos establecimientos no estaban inscriptos en el registro de empacadores, estipulado por la normativa del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Esta situación se mantuvo hasta el 26 de abril, cuando ambos empaques presentaron la documentación que demostraba el origen de la mercadería y la adecuación de la misma a la normativa vigente, por lo cual se procedió a liberar la fruta interdictada.
En este sentido, el organismo aclaró que las inspecciones tienen como objetivo garantizar la inocuidad alimentaria, el cumplimiento de las normativas para la exportación de cítricos y la lucha contra el Huanglonbing (HLB).
Desde el Senasa manifestaron la importancia de estos controles, para poder defender y fortalecer las economías regionales y la calidad de los alimentos.