En una tarea conjunta entre el personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y Gendarmería Nacional, se detectaron 600 kilogramos de pulpa de ostras que eran transportadas sin cumplir con las condiciones sanitarias adecuadas en un colectivo de larga distancia desde Viedma, Río Negro, hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el puesto de control del Km 714 de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica del Senasa, mientras el personal y la división canes de la Fuerza de Seguridad realizaban una inspección de rutina al transporte de pasajeros, detectaron que en la baulera había encomiendas con carga sospechosa. Fue así que se procedió a la inspección de 16 cajas en cuyo interior se encontró el cargamento presumiblemente para consumo humano, por lo que se dio aviso al equipo de inspección del Senasa.
Según la guía interna de la empresa de transporte, las encomiendas fueron despachadas en la localidad bonaerense de Carmen de Patagones y tenían como destino final la ciudad de Buenos Aires.
"Estos alimentos eran transportados sin las medidas sanitarias ni la documentación correspondiente, por esa razón nuestro equipo de inspección realizó el decomiso y disposición final de toda la carga en cumplimiento de la Resolución ex - Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación 38/2012 y ante la presunción de la transgresión del Decreto Nacional 4238/1968", mencionó la supervisora de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica del Senasa, Carla Calbe.
Asimismo, Calbe enfatizó que "si bien la barrera zoofitosanitaria tiene como principal objetivo el control cuarentenario a los fines de evitar el ingreso de plagas y enfermedades perjudiciales para la producción agropecuaria de la Patagonia, también nuestro equipo de inspección actúa controlando otras regulaciones del Senasa en prevención de la salud de toda la población, como fue en este caso".