Nora Lía Padola es médica veterinaria, docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA), miembro de LASER, (Coalisión Latinoamericana para la investigación de escherichia coli) explicó cómo fue el trabajo sobre el aislamiento y caracterización de STEC no O157 en medias reses, en cortes y recortes en frigoríficos exportadores de Argentina.
"Siempre comienzo con algo que para mí es muy importante que es el concepto de una salud donde la salud humana, la salud animal y la salud ambiental están interrelacionadas y las acciones que se realizan deben ser multidisciplinarias e intersectoriales y esto por qué, Escherichia coli, productora de toxina shiga o esterichia coli verotoxigenica es un ejemplo de agente zoonótico que encaja perfecto en el concepto de una salud", señala .
En cuanto a las vías de transmisión puntualizó que "si bien hay vías de transmisión que son más conocidas, como los reservorios animales, principalmente los rumiantes que, aunque también hay otras especies de animales que son reservorios, los alimentos contaminados que son derivados de esos animales, no debemos olvidar la contaminación cruzada que se puede producir a través de las manos de quienes elaboran los alimentos o de la manipulación cuando se manipula o cuando se elaboran esos alimentos o también cuando se guardan".
Sin embargo señala que "en los últimos años ha habido casos que han sido relacionados con la transmisión persona a persona. En Argentina se han documentado casos de síndrome urémico hemolítico con transmisión intrafamiliar y también a través de las aguas recreacionales y principalmente con un aumento bastante significativo, los casos que están asociados al ambiente y al contacto directo con los animales".
El bovino elimina la bacteria en la materia fecal y contamina el medio ambiente y contamina el cuero de los animales.
"Nosotros estudiamos qué era lo que pasaba en el medio ambiente porque nos interesa también la sobrevida de esa bacteria y lo que encontramos es que en la tierra de los corrales dónde están los animales la bacteria sobrevive alrededor de 2 meses mientras que en el agua de los bebederos estas bacterias pueden sobrevivir hasta 4 meses y esto produce una contaminación constante, una reinfección de los animales y también tener en cuenta el contacto con el medio ambiente y el contacto directo con los animales principalmente de niños que son los de la edad susceptible que pueden llevarse la mano a la boca y poder tener esta enfermedad. Recordemos que la dosis infectiva es muy baja, son hasta 100 bacterias, que pueden producir esta enfermedad", explica Padola.
"Teniendo en cuenta lo que dije antes del concepto de una salud y con un trabajo intersectorial y multidisciplinario, se planteó este proyecto que tiene como objetivo ver, aislar y saber cuál es la situación de las plantas frigoríficas exportadoras a la Unión Europea con la particularidad de tener un muestreo unificado y también usar una sola metodología que fue la norma ISO 13136 del 2012".
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