El sistema tal como lo presento Luna Pinto debe desarrollarse bajo suelos clase I (buena aptitud agrícola), con pasturas de alta producción (15-20 tn MS/ha), altas cargas instantáneas (5 vacas/ha) y pastoreando los rastrojos de la cosecha gruesa (soja y maíz). Y esto resulta agronómicamente sustentable.
Las claves para que en esta producción puedan obtenerse elevados márgenes (más de 1.000 US$/ha) radican en manejar una alta carga instantánea de animales/ha y poseer una elevada fertilidad en el rodeo, con altos índices reproductivos.
Los números básicos serían los siguientes:
Cargas: 4,5 – 6,5 vacas/ha.
Preñez: 92 – 97 %.
Destete: 86 – 93 %.
Producción: 800 Kg/ha.
MB: 1.000 U$S/ ha.
Aquí un ejemplo del resultado económico de un rodeo CBI en pasturas base alfalfa:
Ventajas del CBI:
- Mejora la estructura y MO (Materia Orgánica) del suelo.
- Se aprovechan los “residuos” agrícolas.
- Nos da la posibilidad de regular la cobertura de los rastrojos.
- Coincide la necesidad fisiológica de las vacas con la disponibilidad de los rastrojos.
- Nos da la posibilidad de vender animales todo el año y a diferentes mercados. Terneros, vaquillonas, etc.
- Diversifica el riesgo empresarial.
- Tener un “rodeo cerrado” nos da la ventaja de manejar mejor la sanidad y mejorar la genética, a través de la selección.
- Brinda la opción de “invernar”, según los mercados.
- Se complementa la mano de obra ganadera y agrícola.
Desventajas del CBI:
- Aumenta el riesgo sanitario, por las altas cargas.
- Disminuye el bienestar animal.
- Los pastoreos prolongados sobre los rastrojos pueden atrasar la siembra de maíz.
- Resulta dificultoso conseguir personal capacitado.
- La soja puede dejar poco rastrojo y disminuye el descanso de las pasturas.
- La oferta de terneros resulta muy estacional.
- Es necesaria una elevada dedicación.