Crespo y Rodríguez: 120 años de tradición y un presente de perfil conservador
La casa consignataria Crespo y Rodríguez , con casi 120 años de trayectoria en el mercado agropecuario, cerró el 2024 con un balance positivo y un crecimiento sostenido.
"Cerramos un año bueno, con ventas normales y un crecimiento constante. No estamos en las grandes ligas, pero sí manteniendo un perfil tranquilo para atender bien a nuestros clientes, sin pretensiones de grandes volúmenes", explicó Rodríguez.
La firma fue fundada en 1906 por su abuelo y su socio Crespo, y en 2026 cumplirá 120 años de actividad ininterrumpida bajo la misma denominación social. "Somos una de las consignatarias más antiguas del país. El año que viene alcanzamos un siglo y dos décadas de historia, y sin dudas vamos a celebrarlo como corresponde", adelantó.
Un legado familiar y un mercado cambiante
La historia de Crespo y Rodríguez está profundamente ligada a la familia. Fernando es la tercera generación en el negocio, un camino que comenzó su abuelo y continuaron su padre y su hermano mayor. "Yo entré a trabajar a los 18 años, en 1983, cuando terminó el servicio militar tras el conflicto de Malvinas. Desde entonces, este ha sido mi mundo", recordó.
Actualmente, la firma está liderada por Fernando y su sobrino Diego Rodríguez, quien ocupa el cargo de director. "Entre los dos manejamos la comercialización de hacienda, los negocios de invernada y las ventas directas. Hacemos todo, porque al no trabajar con grandes volúmenes, no necesitamos una estructura más amplia", detalló.
La empresa sigue activa en el mercado de Cañuelas, manteniendo su estilo característico. "Venimos temprano, tratamos de vender antes de los remates si es posible. Muchas veces no hace falta esperar, porque ya conocemos la mercadería y sabemos lo que busca el comprador", explicó Rodríguez.
Precios firmes y cautela en la demanda
Respecto a la situación actual del mercado ganadero, Rodríguez fue claro: la reciente suba de precios no se debió a una mayor demanda, sino a la falta de oferta. "Hace un mes, una ternera se vendía a 2.400 pesos. Después subió a 3.100, pero no porque la pidieran más, sino porque faltaba mercadería. Todos necesitaban llenar sus corrales", señaló.
Esta escasez llevó a los compradores a actuar con cautela. "Las compras ahora son puntuales. Los matarifes no buscan grandes volúmenes, sino lo justo para mantener su actividad y sus clientes. Muchos resignaron rentabilidad para no perder mercado", comentó.
La situación se agravó con la reducción de beneficios como la cuenta DNI, que dejó de aplicarse todos los multas de semana. "Es un detalle, pero afecta. Cuando estaba el beneficio, traccionaba mucho las ventas. Sin él, la gente se cuida más y prioriza otros gastos", agregó.
Un enfoque prudente y sin regulaciones
Sobre la discusión en torno al aumento del peso mínimo de faena, Rodríguez expresó su desacuerdo con las regulaciones. "No me gusta que me digan qué producir. Si un mercado pide carne liviana y la paga bien, ¿por qué no venderla? Además, engordar más implica costos adicionales y tiempos que no todos pueden afrontar", argumentó.
En este sentido, defendió la libertad del productor para decidir según su realidad y su mercado. "La producción no puede depender de imposiciones. Necesitamos políticas de largo plazo, consistentes y estables, que no cambien con cada gobierno", opinó.
Tradición y futuro: la clave de la continuidad
Con 120 años de trayectoria, Crespo y Rodríguez sigue apostando por la calidad del servicio y la cercanía con sus clientes. "No nos obsesiona ser los primeros. Lo importante es hacer las cosas bien, cuidar a nuestros clientes y trabajar con seriedad. Esa es la filosofía que nos enseñaron a nuestros padres y abuelos, y la que seguimos manteniendo", concluyó Rodríguez.
La firma mantiene su presencia activa en redes sociales, especialmente en Instagram (@crespoyrodriguez), donde actualizan semanalmente el panorama del mercado. "El que quiera ubicarnos, nos encuentra fácil. Y siempre es lindo reencontrarse con productores que trabajaron con nosotros hace 40 o 50 años", comentó.
Con una historia que se remonta a 1906 y una filosofía basada en la prudencia y el buen servicio, Crespo y Rodríguez continúa siendo un referente en el mercado ganadero argentino, demostrando que la tradición y la solidez son tan valiosas como el crecimiento constante.