A raíz del aumento en los cortes de biocombustibles que dispuso el Gobierno para mitigar la escasez de gasoil, las plantas santafesinas de biodiésel aumentaron de 50% a 85% el uso de la capacidad instalada.
El Gobierno de Omar Perotti había impulsado la suba de los cortes. En este sentido, ya en marzo de este año el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, Daniel Costamagna, había elevado un escrito a la Secretaría de Energía de la Nación en el cual pedía atender la demanda de combustibles "a partir del aprovechamiento de la capacidad instalada argentina para la producción de biodiésel".
Luego, el desabastecimiento de gasoil empujó la decisión de aumentar el corte obligatorio con biodiésel, pasando de un 5% a un 7,5% y fueron las empresas pymes las habilitadas para cubrir el cupo de esa demanda. Además, se agregó un 5% adicional abierto a la oferta de las grandes plantas.
Ahora, desde la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer) aseguraron la medida hizo repuntar la actividad del sector. Su presidente, Juan Facciano, explicó: "Este salto en el corte hizo que las pymes estén en un uso de su capacidad instalada de entre un 80 y un 85 por ciento", mientras que previo a este medida la actividad de las plantas estaba en un 50 por ciento.
El titular de Casfer agregó: "La mayor utilización de biodiésel genera ahorro de divisas al sustituir la importación de gasoil; y, por otro lado, genera un ingreso de dólares: al tener más necesidad de aceite, se va requerir una mayor transformación de porotos, y el 80% de esa transformación supone la producción de harinas, expeller y proteínas que son destinadas a la exportación".
"Esto repercute de manera positiva no solamente en las plantas de biodiésel sino en todo el entramado de la cadena de valor de la soja: más logística, más mantenimiento, más insumos, más proveedores de servicios, más metalmecánica", concluyó Facciano.