Durante dos horas, autoridades del gobierno nacional y de la provincia de Chubut, petroleras que operan en la cuenca del Golfo San Jorge y representantes de sindicatos de la industria, pusieron sobre la mesa alternativas para destrabar el conflicto que vive la actividad exportadora en la zona, afectada por la brutal caída del precio internacional de petróleo. Las partes decidieron continuar con las negociaciones hasta el lunes que viene. Mientras tanto, los ministros de Interior, Rogelio Frigerio; de Energía y Minería, Juan José Aranguren; y de Trabajo, Jorge Triaca, mantendrán reuniones de manera individual con las operadoras hasta esa fecha. Hoy la empresa Tecpetrol brazo petrolero del Grupo Techint y una de las empresas más complicadas se reunirá con funcionarios para "analizar números", mientras los gremios concurrirán a la tarde al Ministerio de Trabajo para continuar con las conversaciones. Por su parte, el jueves será el turno de los ejecutivos de YPF y Pan American Energy (PAE).
El gobierno nacional comunicó a las cabezas de las petroleras que participaron ayer de la reunión, Miguel Galuccio (YPF), Carlos y Marcos Bulgheroni (PAE) y Carlos Ormaechea (Tecpetrol), que está dispuesto a reconocer el barril de exportación con mejores precios, subsidiando una parte de lo que se produce. A cambio pide a las empresas que sigan invirtiendo y que no haya despidos masivos. Éste es el punto de discordia y la razón por la que ayer no hubo acuerdo. Si bien desde las petroleras aseguran que no habrá 5000 despidos (son los puestos de trabajo que están en riesgo si la actividad se interrumpe) tampoco garantizan que no haya relevos, aún con ayuda mediante. Es por eso que, tras el encuentro, el secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, Jorge Ávila, calificó la reunión de "dura y tensa" y se quejó porque todavía "no hay solución".
Desde las compañías advierten que no es rentable el negocio bajo las condiciones actuales y que para sostener la actividad y que no se dejen de producir los 7500 metros cúbicos por día que se exportan en la cuenca (significa un 40% del crudo que extrae la provincia de Chubut que es más pesado y no se usa en las refinería locales), se requiere de mecanismos que permitan un desarrollo razonable a los valores internacionales actuales sin generar un conflicto social. No obstante, señalan que aún con acuerdo algunos ajustes la industria sufrirá, por lo que podrían recortarse horas extras, contemplarse jubilaciones anticipadas o retiros voluntarios. La magnitud de dinero que se necesita para resolver el problema ronda unos u$s 500 millones. Tal como informó El Cronista en su edición del viernes, el número surge de la diferencia entre lo que reciben las productoras que exportan en la cuenca por el Escalante y el precio interno fijado para ese crudo. A los valores internacionales de hoy por debajo de los u$s 30 el barril, las empresas reciben restando impuestos entre u$s 20 y u$s 22 y el valor para el comercio interno se ubica en u$s 54,9. La diferencia, de unos u$s 33, si se multiplica por lo exportado durante 2015 que alcanzó los 14 millones de barriles, arroja una cifra cercana a u$s 460 millones.
Con todo, según pudo saber este diario de fuentes al tanto de las negociaciones, el clima en la reunión ayer fue de un mayor optimismo. El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, y el intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, destacaron el encuentro. Das Neves manifestó: "Me voy mejor respecto de cómo llegué. Se avanzó porque esta vez vinieron los CEOs de las operadoras". Y prometió: "nosotros haremos los aportes con los gremios como corresponde".