El 2016 es un calco de lo que se vio hace un año. Continua el ciclo de valores a la baja a partir de la supercosecha de los países productores que arrancó hace dos años. Frente a ese panorama el commoditie depende casi exclusivamente de lo que pase con el clima para que los precios vuelvan a repuntar. El productor se encuentra frente a una disyuntiva complicada de no vender hasta marzo.
La posición de la soja mayo arrancó con una baja del 16 por ciento en la relación interanual. Un valor que no cierra en los números pese a que hubo una devaluación del 40% y una merma de cincos puntos en las retenciones.
Por ende se está ante un nuevo escenario de poca comercialización. Los números del Ministerio de Agroindustria muestran que al 23 de diciembre pasado y con la apertura del mercado cambiario, el campo apenas vendió 170.000 toneladas de la posición a fijar. Restando 3 millones de toneladas en poder de la exportación sin precio y 13 millones todavía sin vender en los silobolsas. Este volumen a valores actuales representan ingresos por u$s4.400 millones.
“Todavía falta ver el aumento de los costos y si no aumentan los precios que recibe el productor, no será mucho mejor que el 2015 porque todo termina ajustando”, adelantó la analista de mercado, Lorena D‘angelo.
Y es que todo la campaña se hizo con plata financiada que cuando empiecen a verse los vencimientos van a ejercer una presión de venta que va a recaer sobre los precios. Y si el sector se vuelve a financiar con las actuales tasas altas, volverá a estar complicado.
La última palabra la tendrá el clima. Una sequía En Sudamérica o frío en los EE.UU., puede complicar la producción haciendo que los precios suban.
