Resulta claro y fácil de notar el efecto que tiene sobre la capacidad de trabajo, y por ende sobre el tiempo necesario para terminar la implantación de uno o varios lotes.
Es claro el beneficio de sembrar en una ventana de tiempo corta en busca de una emergencia concentrada en el tiempo y por lo tanto una evolución pareja y uniforme del cultivo. Pero en el otro platillo de la balanza debemos colocar un factor no menos importante para la evolución uniforme del cultivo. Me refiero al ordenamiento espacial de las plantas y la uniformidad de la profundidad de siembra.
El Agrónomo Jorge Maroni de la Universidad de Rosario concluyó luego de una investigación que “Dado que las deficiencias en la calidad de siembra afectan el rendimiento del cultivo de maíz, especialmente cuando ocurren episodios de acercamientos entre las plantas, es particularmente importante considerar los diferentes aspectos que intervienen en el proceso de siembra que pueden generar estas situaciones, tales como: tipo de dosificador de semillas en relación con las características de las mismas, órganos localizadores, velocidad de siembra, operación correcta del equipo, etc. Para una población típica de 80.000 plantas/ha y un rendimiento final de 9000 kg/ha, la ocurrencia de un 10% de episodios de plantas en alta competencia que produzcan un 22% menos de granos, implicará que se deje de producir alrededor de 200 kg/ha de grano.
¿Cuánto es rápido?
Como se menciona arriba uno de los factores que interviene en la uniformidad de distribución de semillas es la velocidad de avance de la sembradora, analizamos a continuación un estudio realizado en INTA Manfredi donde probaron una misma sembradora de 12 hileras separadas a 52.5 cm, a tres velocidades de avance 6; 8 y 9.5 km/h.
Se monitorearon, durante dos años consecutivos, la cantidad de plantas emergidas hasta el momento en que no se alteró su valor, 100 % de plántulas emergidas; el distanciamiento entre plantas en la hilera en el estadio V2 y el rendimiento en grano al final del ciclo.
Los resultados mostraron que a mayor velocidad de avance, se incrementó la dispersión de valores respecto del promedio de distanciamiento entre semillas. Dicho de otro modo, la separación entre plantas en la hilera resultó menos uniforme, con valores mas alejados, en general del valor promedio objetivo.
En cuanto al rendimiento los resultados no fueron similares entre campañas, en la primera de ellas se observó una disminución significativa en la mayor velocidad mientras que en la segunda campaña la disminución se ve ya en la velocidad intermedia, 8 km/h. Esta diferencia fue atribuida al mayor estrés hídrico sufrido en la segunda campaña lo que produjo que la competencia intraespecífica por recurso se estableciera con una menor dispersión de las plantas en la hilera.
Haciendo números
Para materializar y entender mejor el efecto de todo esto los técnicos del INTA hicieron la siguiente simulación. Un contratista que siembra únicamente maíz, en una ventana de siembra de 20 días netos por año y trabajando en jornadas de 10 hs/día (200 h/año) con una sembradora de 12 surcos a 525 mm de distancia entre sí y con una eficiencia de siembra de 75%, a una velocidad de 6 km/h puede cubrir 748 ha y a 9,5 km/h, 1197 ha, 448 ha mas, y su ingreso por ende es mayor debido a que es indiferente la calidad de la operación (Ver tabla 1).
Suponiendo que el contratista cobre $380 por ha sembrada, el incremento posible del ingreso por campaña al hacer esas 448 hectáreas extras sembrando a una velocidad de 9,5 km/h, es de alrededor de $170240; adicional al correspondiente a las 748 ha. Pero esto es a costa de una pérdida de 0.29 T/ha que con un maíz cotizado a 890 $/T hacen un total de $30.8945 (Ver tabla 1).
Tabla 1: Posible uso anual de la sembradora a diferentes velocidades de avance y pérdidas físicas y económicas generadas.
Velocidad de siembra |
Capacidad operativa |
Uso anual |
Pérdidas | |||
|
|
|
|
| ||
|
|
horas |
ha |
Tn/ha |
$/ha |
$/campaña |
6 km/h |
3,74 ha |
200 |
748,8 |
0 |
0 |
0 |
9,5 km/h |
5,99 ha |
200 |
1197 |
0,29 |
258,1 |
308945,7 |
Estos números indican que es factible pagar al contratista un plus ante una certificación de labor realizada a la velocidad óptima, equivalente al adicional que el contratista obtendría si pudiera sembrar mas cantidad de hectáreas. De este modo se asegura el mismo ingreso de dinero por campaña al tiempo de realizar una siembra correcta. El productor también captura una buena parte de esa ganancia sin variar la cantidad de insumos. Es decir, ambos ganan.
Además, el sistema productivo resulta mas eficiente y genera mayor cantidad de alimento.
Para tener en cuenta
Para asegurarnos que la puesta a punto de la sembradora es la adecuada debemos llevarla al lote a sembrar y hacerla trabajar con los órganos tapadores y compactadores levantados, es decir que no trabajen. De este modo tenemos el surco abierto con las semillas a la vista por lo que podemos detectar fácilmente la presencia de fallas, o lo que es lo mismo, la falta de alguna semilla en la hilera y las descargas dobles.
Un trabajo del INTA recomienda tomar como duplicaciones aquellas semillas cuya separación entre si, en el surco es menor a la mitad del distanciamiento teórico buscado. Esto es, si queremos sembrar 5 semillas por metro de surco, la separación teórica buscada es 20 cm; entonces serán duplicaciones aquellas semillas que se encuentran separadas por menos de 10 cm. Por otro lado se considera una falta de semilla cuando la separación es superior a una vez y media la separación buscada, para nuestro ejemplo 30 cm.