En el último mes, los precios de las commodities agrícolas subieron un nuevo escalón, con una mejora de entre el siete y 13 por ciento, hasta alcanzar niveles que no se observaban desde el "súper ciclo" de precios ocurrido entre 2011 y 2014.
El dato que se lleva todas las miradas es el de la soja, que genera uno de cada tres dólares que ingresan al país: el martes superó la barrera de los 600 dólares por tonelada por primera vez desde septiembre de 2012, el miércoles siguió escalando hasta un pico de 616 y el jueves bajó con fuerza, para volver a repuntar este viernes.
Con todo, el precio sigue cercano a los 600 dólares y es una noticia que genera expectativa más en el Gobierno que en los productores, que producto de las retenciones del 33 por ciento y la brecha cambiaria, perciben apenas unos 220 dólares, el 37 por ciento del valor de la oleaginosa en Chicago.
A la par, el segundo mayor generador de dólares y de recaudación por derechos de exportación, que es el maíz, también está cerca de su techo histórico, en torno a los 300 dólares.
Al respecto, un informe del investigador Juan Manuel Garzón, del Instituto de Estudios (Ieral) de la Fundación Mediterránea, estima que con este nuevo rango de precios, la contribución de los granos y sus derivados al Tesoro nacional, solo contabilizando las retenciones, ascendería a 8.600 millones de dólares. Significa 2.800 millones de dólares o un 48 por ciento más que el año pasado.
Esto, producto de que la facturación por exportaciones agrícolas se incrementaría 36 por ciento o 9.600 millones de dólares, hasta los 35.900 millones de dólares.
DIVISAS
Esta evolución creciente del ingreso de moneda estadounidense significa un alivio para un Banco Central de la República Argentina (BCRA) asfixiado por la escasez de reservas.
"El BCRA seguramente celebra la revalorización de la cosecha: le permite hacerse de divisas, engrosar el nivel de reservas, aflojar un poco la restricción sobre importadores y continuar con su objetivo de desacelerar la tasa de crecimiento del tipo de cambio oficial", subraya el reporte de Garzón.
Los números del primer cuatrimestre son claros al respecto: según datos de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), la liquidación de divisas creció de 5.018 millones de dólares entre enero y abril de 2020, a 9.755 millones de dólares en el mismo período de este año.
Es decir, un aumento en la disponibilidad de divisas de 4.738 millones. "La liquidación diaria de abril fue de 144 millones, un registro alcanzado muy pocas veces en los últimos años. Y restan todavía tres meses históricamente fuertes en materia de liquidación, mayo, junio y julio, donde sería de esperar un ingreso mensual igual o superior al del mes de abril (3.031 millones)", completa el informe.