“Desde algunos sectores de la dirigencia rural se evaluó que el reintegro de las retenciones al trigo no se iba a cumplir, y aconsejaron a los productores que no se anotaran en el registro. Los productores estuvieron mal asesorados. Les hicieron cometer un error”, acusó ayer el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, a las entidades del campo que jugaron en contra de la medida, aunque prefirió no hacer nombres. Del total de 30 mil productores trigueros, solamente 10.500 recibirán la devolución de retenciones por haber presentado la declaración jurada con su volumen de producción. En conjunto, recibirán 206,4 millones de pesos. “Los productores deben tener la seguridad de que este mecanismo sigue en pie, con lo cual tienen que repensar qué hacer para las próximas temporadas”, sostuvo el ministro. Por otra parte, estimó que este año habrá una cosecha record de 108 millones de toneladas, de las cuales 55 millones serán de soja.
El funcionario reiteró que los fondos que recibirán los productores equivalen al 105 por ciento del costo de los herbicidas, al 29 del costo de la urea o al 31 de la semilla y curasemilla. Según explicó Casamiquela, en promedio, serán 20 mil pesos para cada uno. “Es un promedio, algunos productores recibirán ocho mil pesos mientras que otros recibirán 60 mil”, indicó, en declaraciones a Radio Del Plata. “Para los pequeños productores, es un oxígeno económico total y les permite, por ejemplo, hacerse cargo de todos los gastos de agroquímicos o fertilizantes en las siembras que se vienen en estos días. Es una suma importante”, sostuvo.
Las entidades agropecuarias desacreditaron el proyecto del Gobierno para devolver retenciones al trigo. Dijeron que era “más de lo mismo” y, como contrapartida, reclamaron la eliminación total de las retenciones. Los derechos de exportación no son un simple tributo, sino que funcionan como instrumentos de política económica para desacoplar los precios internos de los vaivenes de las cotizaciones internacionales.
En la campaña 2008-2009, la producción triguera disminuyó por razones climáticas hasta 8,3 millones de toneladas, 50 por ciento menos que la anterior. En 2009-2010, la producción quedó en 9 millones de toneladas. Sin embargo, en las dos campañas siguientes, con el actual nivel de derechos de exportación y un sistema de exportación basado en cupos, la producción creció hasta 15,8 y 14,5 millones de toneladas, respectivamente. En 2012, se vendieron al exterior 11,5 millones de toneladas de trigo.
Otro de los argumentos que repiten los ruralistas y algunos medios de comunicación es que lo único que creció en la Argentina es el cultivo de la soja. Según un trabajo realizado por la Corriente Agraria Nacional y Popular, sobre un total de doce cultivos extensivos, nueve mostraron incrementos de producción entre 2003 y 2012, de los cuales siete se ubicaron por encima del promedio nacional. La cebada aumentó 900 por ciento. El trabajo destacó la recuperación de cultivos con alto impacto regional, como el arroz, con un incremento del 120 por ciento, el algodón (149 por ciento) y el maní (181 por ciento). Por su parte, el maíz aumentó su producción en un 99 por ciento, mientras que la soja lo hizo un 72 por ciento.
“La producción de porcinos en la Argentina se ha triplicado, la producción avícola se ha sextuplicado, la superficie de maíz también creció. Hay un dato interesante, que no lo sabía, el aumento del consumo de huevos. Esto es proteína de origen animal, que pasó de 135 unidades por habitante por año a 242 unidades por habitante por año”, reflexionó Casamiquela.
