Científicos y científicas de los servicios meteorológicos de la región y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) se reunieron esta semana en la Conferencia Técnica de la Asociación Regional III, en Cartagena de Indias, Colombia. Durante el encuentro se realizaron talleres de trabajo y se sellaron acuerdos multilaterales para avanzar en acciones de respuesta al Cambio Climático.
En este contexto, el viernes se presentó el Reporte del Estado del Clima en América Latina y el Caribe 2021 , que llama la atención sobre el impacto que los fenómenos asociados al cambio climático están generando en la región.
El Reporte destaca el aumento de la temperatura, los niveles récord de deforestación y el marcado retroceso de los glaciares. Al respecto, la directora del SMN Argentina y VP de la OMM, Celeste Saulo, indicó "eso implica una pérdida de reserva de agua dulce. Así comienza la cadena clara de impactos que hay entre el cambio climático y cómo esto afecta la vida y las actividades productivas de nuestra sociedad. Una sociedad que empieza a tener problemas para la gestión del agua es una sociedad que tiene problemas para subsistir."
"Familias que, ante fenómenos meteorológicos severos, se desplazan, pierden sus hogares, sus hijos pierden su engranaje cultural en sus ámbitos sociales y comunitarios. Esas familias se encuentran en crisis. Los números son muy impactantes y tenemos que tomar conciencia de la necesidad de anticiparnos con mejores sistemas de alerta temprana."
Según el reporte, en la cuenca del Paraná-Plata, los daños a la agricultura causados por la sequía redujeron las cosechas. En el conjunto de América del Sur, las condiciones de sequía provocaron un descenso del 2,6 % en la cosecha de cereales de 2020-2021 con respecto a la temporada anterior. En este sentido, Saulo indicó que este ha sido uno de los fenómenos de mayor impacto económico y ambiental en América del Sur. "Para el caso de Argentina, por ejemplo, la bajante histórica en el Río Paraná puso en absoluta crisis la navegabilidad de una de las vías más importantes para el comercio en nuestra región. Eso no puede ser soslayado." sostuvo Saulo.
El informe también pone el acento en los impactos sociales de los fenómenos climáticos extremos, como las migraciones que se producen a causa de las sequías. "Familias que, ante fenómenos meteorológicos severos, se desplazan, pierden sus hogares, sus hijos pierden su engranaje cultural en sus ámbitos sociales y comunitarios. Esas familias se encuentran en crisis. Los números son muy impactantes y tenemos que tomar conciencia de la necesidad de anticiparnos con mejores sistemas de alerta temprana." indicó la Directora del SMN.
Reuniones técnicas: más observación para mejores pronósticos
Durante la Conferencia se llevó a cabo el taller del Sistema Integral de Observación Global de la OMM (WIGOS, por sus siglas en inglés). Este grupo de trabajo pertenece al pilar "Infraestructura" dentro de la OMM, que se ocupa de la obtención y distribución de datos de observación y de definir mecanismos para que estos datos soporten la provisión de servicios a la sociedad.
En el taller se discutieron estrategias para densificar la red de observaciones, ya que todos los países de la región presentan vacancias en este punto. "Necesitamos un apoyo sustantivo de nuestros gobiernos y las agencias financiadoras internacionales, para que podamos aumentar nuestras capacidades observacionales", comentó Saulo.
Argentina tiene una gran responsabilidad a nivel de la región, porque es Centro Regional para WIGOS, el sistema global para compilar y codificar las observaciones meteorológicas, para que su distribución en el mundo se pueda hacer de manera coherente y abarcativa. Los equipos técnicos del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina participaron del encuentro para generar los acuerdos básicos con el objetivo de que los centros cumplan la misión que tienen a nivel global.
"Es imprescindible tener mejores observaciones para tener mejores pronósticos. Sabemos hoy que la agenda de cambio climático, para poder tomar decisiones y para poder conocer cómo está cambiando el clima en los países, se basa esencialmente en poder entender los cambios en la temperatura, en la lluvia, en la humedad, en los patrones de circulación, en el viento. Para eso necesitamos medir de manera sostenida, robusta, consistente, y trazable" finalizó Saulo.