A raíz de la plaga conocida como Chicharrita del Maíz, Dalbulus Maidis, que afecta al cultivo de maíz en el territorio de Tucumán y las graves consecuencias que puede implicar para ese sector productivo, el gobernador, Osvaldo Jaldo, decretó atender esta situación con el fin de proteger a los productores de la provincia.
En el documento, que fue refrendado por el ministro de Economía y Producción, Daniel Abad, se establece que se encomienda "a la Secretaría de Estado de Producción - a cargo de Eduardo Castro- dependiente del Ministerio de Economía y Producción, la convocatoria a una mesa interdisciplinaria de trabajo, al efecto de elaborar un informe pormenorizado sobre la situación de la Chicharrita del Maíz, Dalbulus Maidis, en el territorio de nuestra Provincia, determinar el impacto causado por la plaga, evaluar los posibles daños ocasionados y proponer estrategias para el abordaje de la problemática".
Al mismo tiempo, ordena que se autoriza "a la Secretaría de Producción para que, a través de sus áreas dependientes, efectué todas las acciones necesarias, firmas de convenios, instrumentos y vinculaciones con diferentes órganos provinciales y nacionales que tengan injerencia en la temática, en especial el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y Fundación Miguel Lillo".
La chicharrita del maíz, al igual que el maíz, tiene su origen en Centroamérica y ha co-evolucionado con el cultivo desde su domesticación. Se trata de un muy efectivo vector del achaparramiento o raquitismo del maíz. Una enfermedad compleja que sólo afecta al maíz y es producida (solos o en combinación) por tres patógenos: el virus del Rayado fino (MRFV), y el fitoplasma del Bushy Stunt (MBSP) y el espiroplasma del maíz, Spiroplasma kunkelii (CSS).
Esta enfermedad es endémica del norte argentino y produce significativas pérdidas en el cultivo del maíz. En Tucumán, el Dalbulus Maidis tiene varias generaciones al año. Esto resulta de la ventana de siembra del maíz, período que se extiende de los meses de septiembre a marzo. Los adultos provenientes de la última generación sobreviven el invierno refugiados en malezas y cultivos invernales y maíces guachos desde los cuales colonizan al maíz durante el verano siguiente.
Las condiciones agroclimáticas de la anterior campaña, produjeron un aumento poblacional del insecto en cuestión sumado a que el vector sobrevive en plantas silvestres, en cultivos invernales (avenas, cebada, trigo, centeno) y que desarrolla su ciclo entre la primavera y el verano, las siembras escalonadas de maíz permitieron la migración de la plaga a zonas donde habitualmente no se encontraba.
Se formularon consultas técnicas con las áreas especializadas de las provincias de Salta y Santiago del Estero, de las cuales resulta que los daños causados por esta plaga constituyen un fenómeno que se presenta de manera sectorizada.
A partir de los relevamientos realizados en el marco del proyecto que llevan a cabo la EEAOC en forma conjunta con los grupos CREA de la región del NOA, se registró en zonas productoras del sur de Tucumán (Departamentos La Cocha y Graneros), una elevada ocurrencia de Dalbulus Maidis y menor medida en las zonas maiceras correspondientes a los departamentos de Leales, Cruz Alta y Burruyacú (Tucumán), lo que constituye una nueva amenaza para el cultivo de maíz; coincidentes con la información recabada por la Dirección de Agricultura de la Provincia.
En Argentina no hay productos insecticidas registrados para el control de Dalbulus Maidis, elemento importante a la hora de implementar estrategias para su manejo.
La chicharrita es un insecto monófago que solo se alimenta y multiplica en las plantas de maíz, lo que produjo que la mayoría de los lotes de maíz sembrados en el verano estén muy comprometidos por los daños indirectos causados por el insecto vector, la bacteria (Spiroplasma Kunkelii) que provoca la enfermedad del achaparramiento del maíz transmitida por el vector, podría determinar pérdidas de hasta el 100% del cultivo del maíz.