Brasil, principal destino de las exportaciones de cebolla de Argentina, se caracteriza por una oferta inestable y diversa de cebolla desafiante para el productor argentino en cuanto a cantidad, calidad y precio. La producción brasileña de cebolla se destina en un 90% al mercado interno. Durante la temporada 2023/24, el país vecino experimentó una situación desfavorable debido al exceso de lluvia durante el período de siembra (fenómeno climático El Niño), que resultó en una disminución del 30% en los rendimientos de sus principales zonas productivas, especialmente en el sur del país. Este escenario de escasez impulsó los precios y permitió un aumento en las exportaciones de cebolla desde Argentina.
De enero a junio de 2024, Argentina exportó 196 mil toneladas de cebolla a Brasil, lo que representó el 85,5% de las importaciones del país vecino. Este volumen marcó un incremento del 102% en comparación con el mismo período de 2023, en el que las exportaciones alcanzaron 97 mil toneladas. Los meses de mayor demanda en Brasil, históricamente abril y mayo, registraron niveles elevados de importaciones debido a la baja oferta interna.
Sin embargo, el panorama para la temporada 2024/25 podría cambiar significativamente. Se espera que las condiciones climáticas mejoren con la llegada del fenómeno La Niña. Algunas estimaciones indican una siembra similar a la de 2023 en superficie, pero con una mayor productividad. La Empresa de Investigación Agropecuaria y Extensión Rural de Santa Catarina, el principal estado productor de cebolla en Brasil, proyecta un aumento del 37,4% en la producción, impulsado por un incremento del 29,3% en los rendimientos. También se espera mayor oferta desde el Nordeste brasileño, segunda zona productiva del país, por implementación de sistemas productivos de ciclo corto tecnificados.
Este aumento en la producción brasileña plantea un desafío para los productores argentinos, ya que Brasil es el principal mercado de exportación de cebolla para Argentina, más del 80% de lo exportado. Históricamente, durante los años regidos por La Niña, Brasil tiende a reducir sus importaciones de cebolla. Un estudio reciente de INTA muestra diferencias significativas, en promedio 45 mil toneladas entre ambos fenómenos.
La inestabilidad en la producción brasileña, influenciada por las condiciones climáticas, plantea un escenario de riesgo para los exportadores argentinos. Aunque el contexto de 2023/24 fue favorable para Argentina debido a la escasez de cebolla en Brasil, las perspectivas para 2024/25 indican una recuperación de la oferta brasileña, lo que podría afectar la demanda de cebolla importada y, por ende, la participación argentina en ese mercado clave.
La producción de cebolla en Río Negro
La provincia de Río Negro se consolida como una de las principales regiones productoras de cebolla en Argentina, cultivando alrededor de 6.700 hectáreas distribuidas en diversas zonas estratégicas. El Valle Inferior lidera la producción con 2.500 hectáreas, seguido por el Valle de Conesa con 1.500 hectáreas, el Valle Medio con 2.250 hectáreas, Río Colorado con 350 hectáreas, y el Alto Valle con 115 hectáreas.
El procesamiento de la cebolla, destinado mayormente a la exportación, se lleva a cabo en poco más de una docena de galpones de empaque, que generan un importante movimiento de mano de obra durante la temporada de cosecha. Este sector productivo tiene potencial de expansión, ya que en los últimos años se registró un notable incremento en la superficie cultivada. Sin embargo, la inestabilidad del mercado de cebolla debe ser tenido en cuenta al momento de planificar las inversiones. De acuerdo con Juan Jose Gonzalez Kehler, profesional del INTA San Javier -dependiente del INTA Valle Inferior-, es clave disminuir los riesgos logrando un menor costo por unidad producida. Así como también, procurar un uso eficiente de insumos, recursos naturales (agua, suelo) y humanos.
Entre el 85% y el 90% de la cebolla exportada por Argentina proviene de Río Negro, siendo Brasil el principal destino. Los envíos al exterior, que se realizan entre abril y julio, también abastecen otros mercados internacionales. Además, gracias a las técnicas de guarda en pilas, las cebollas cultivadas en Río Negro están disponibles en el mercado desde enero hasta septiembre, garantizando su disponibilidad durante la mayor parte del año.
La producción de cebolla en la provincia no solo es un motor clave para las exportaciones argentinas, sino también una fuente de empleo local con perspectivas de crecimiento.
