Los datos oficiales del mercado laboral le ofrecieron ayer al Gobierno un motivo para festejar en plena campaña para los comicios de octubre. El Indec informó una significativa caída interanual de casi un punto porcentual en la tasa de desocupación, que se ubicó en el 6,6% al culminar el segundo trimestre, parámetro que se tradujo en alrededor de 107 mil desempleados menos.
Esa reducción, sin embargo, se produjo en el contexto de un nueva contracción de la oferta laboral que alcanzó el 44,5% de la población y una tenue suba de 0,1% en la tasa de empleo en comparación con el período abril-junio de 2014. Se trata de un cuadro que, según analistas del sector, lejos de explicar la caída de la desocupación como producto de una recuperación del empleo, la relaciona con el hecho de que hubo más personas que decidieron salir del mercado de trabajo y dejaron de buscar empleo, lo que se conoce como "efecto desaliento".
Según el informe del organismo estadístico oficial la tasa de desempleo fue del 6,6% al finalizar el segundo trimestre del año, es decir 0,9 puntos porcentuales menor al 7,5% relevado durante el mismo período del año pasado. Así la cantidad de desocupados correspondientes a los 31 conglomerados urbanos alcanzó a 783 mil personas, 107 mil desempleados menos que un año atrás. En el mismo trimestre la población económicamente activa se incrementó en números absolutos en 36 mil personas y la población ocupada en 143 mil personas, aunque tanto las tasas de actividad (44,5%) como de empleo (41,5%) se mantuvieron por debajo de los niveles de principio de 2013, cuando se frenó el crecimiento de la economía, situación que evidencia el estancamiento en la creación de nuevos puestos de trabajo.
"Las tasas de participación laboral y de empleo siguen siendo muy bajas, las más bajas de la década y por eso es que el desempleo también se mantiene bajo", indicó el economista Jorge Colina, de Idesa, quien remarcó la vigencia del efecto desaliento por el cual miles de personas se retiran del mercado de trabajo. Colina descartó signos de recomposición y mencionó que la suba en la cantidad de ocupados se explica por un aumento del empleo público o el cuentapropismo.
En sintonía, la titular de Sel Consultores, María Laura Cali; y el economista y diputado nacional de Unidad Popular, Claudio Lozano, plantearon sus dudas sobre la credibilidad de los datos difundidos por el Indec cuando informes privados como otros relevamientos oficiales dan cuenta de la persistencia del escenario de estancamiento del mercado laboral. "Hay una manipulación a niveles tales que resulta muy difícil de creer", advirtió Lozano y aseguró que la desocupación no aumenta porque "la gente que pierde su empleo se va a su casa en vez de buscar uno nuevo". "Si la tasa de actividad se mantuviera en los niveles de principio de 2013, hoy el desempleo llegaría al 11%", estimó el legislador.
A su vez, Cali insistió en que la caída del desempleo anunciada por el Indec "no se condice con nuestros relevamientos" que advierten que es mayor la proporción de empresas que redujo su dotación de personal en lo que va del año que la que decidió aumentar su nómina. "En el mejor de los escenarios hay un estancamiento del empleo, pero no es tan creíble una mejora", remarcó.
Desde el Gobierno, en cambio, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, festejó la caída de la desocupación al señalar que "no es casualidad, sino el resultado de la protección que surge de las políticas laborales que implementa el Gobierno". Llamativamente y a contramarcha de los datos del Indec, los últimos informes de la cartera laboral (EIL) admitieron la nula creación de puestos de trabajo en el sector privado formal durante el último año.
Por otra parte, el informe oficial dio cuenta de algunas situaciones paradigmáticas, como el hecho de que la región del Gran Resistencia es la única zona del país que sigue sin personas desocupadas, mientras que el Gran Córdoba, con el 10,2%, es la que tiene mayor desempleo
