Cargill, la comercializadora de materias primas agrícolas más grande del mundo, informó que en el primer trimestre fiscal sus ganancias fueron 300% superiores. La empresa familiar anunció la semana pasada que en los tres meses finalizados a fines de agosto ganó u$s 975 millones, comparado con los u$s 236 millones del mismo período de 2011. Las utilidades del trimestre son de las más altas de su historia, parecidas a las registradas durante la crisis alimentaria de 2007/08.
La suba en las ganancias marca un significativo avance para Cargill, que en su ejercicio fiscal 2012 reportó un beneficio neto de sólo u$s 1.170 millones, su peor resultado en casi diez años. También es un buen presagio para otras comercializadoras con alta exposición a los mercados de granos, incluyendo ADM, Bunge, Louis Dreyfus Commodities y Glencore.
Cargill señaló que estaba aprovechando todos los recursos para compensar el efecto de la sequía en Estados Unidos y los problemas climáticos en otras zonas donde se cultivan granos, incluyendo la región rusa del Mar Negro, Ucrania y Kazakhtán. El CEO de Cargill, Gregory Page, comentó que ahora más que nunca, Cargill está usando su conocimiento y percepción del mercado para ayudar a los consumidores en este momento de oferta ajustada, precios más elevados y mayor volatilidad de en los mercados.
Los precios del maíz en agosto alcanzaron un récord nominal de u$s 8,43 el bushel, después de que la peor sequía en cincuenta años golpeara el cinturón agrícola del centro de Estados Unidos. El Departamento de Agricultura norteamericano reveló que la sequía redujo la producción local de maíz más de lo previsto, lo que volvió a elevar los precios. Dado que Estados Unidos exporta cerca del 40% del maíz del mundo, una tercera parte de la soja y hasta una quinta parte del trigo, los cambios en la oferta que se producen en el país tienen un significativo efecto sobre los mercados agrícolas internacionales.