Luis Alberto Torres fue uno de los productores que llevó adelante el campamento de protesta del campo. Llegó desde El Cevilar hasta la plaza Independencia porque ya no podía trabajar en sus seis hectáreas. Se sentía ya afuera del “modelo”.
“Levanté lo que pude (en el cañaveral) y hace cinco meses que no trabajo (…) Pelearé hasta donde pueda. Vine preparado para todo: pierdo aquí lo que tengo o vuelvo y muero en mi casa”, explicó el cañero de 55 años.
Torres mostró una planilla del movimiento de cuenta -factura del ingenio por caña molida y el azúcar- a los agricultores, a los periodistas y todo aquel con quien charlaba en el paseo público. En el papel figuraba una percepción de $ 20.400 por su stock y también el gasto por el costo sólo de “corte y flete” de $ 18.200, más otros descuentos. Es decir, tiene una rentabilidad en esta zafra de $ 1.760 para subsistir hasta el próximo año.
El productor tenía puesta una gorra de color verde que cubría parte de su frente, pero no ocultaba su mirada de impotencia y sus ojos de cristal por las lágrimas contenidas. “Es una situación de quebranto. Esperé 12 meses para nada. Con esos $ 1.700 tengo que fertilizar, cultivar y, principalmente, comer. Así no podré levantar el resto del cultivo. Por eso, le regalo mi tierra al Gobierno por una pensión, ya que recibiré más dinero por eso, hoy por hoy”, enfrentó.
Ayuda para 2016
Torres ha sido el símbolo de la “lucha” cañera en los últimos días, ante la falta de repuestas del Gobierno tucumano. Y ante esa situación, los dirigentes de Cañeros Unidos del Este (CUE) y del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu) demandaron al Gobierno que asegure la cosecha total de los productores chicos para esta temporada. “Lo que pedimos siempre es que no se deje a los cañeros chicos sin cosechar”, dijo Otto Gramajo, titular de CUE.
“En nivel general, la cosecha debe estar entre 55%. Pero algunos productores de menor escala no alcanzarán a sacar siquiera un canuto de caña. La situación es grave y, lamentablemente, habrá muchos de ellos que necesitarán una ayuda el año que viene, sino no trabajarán”, expresó Marcelo Fernández, vicepresidente de CUE.
Las demandas
En una reunión el ministro de Desarrollo Productivo, Jorge Feijóo, los cañeros propusieron ayer la creación de un fondo anticíclico, que podría alcanzar entre tres y cinco años los $ 500 millones o $ 600 millones.
De acuerdo con la iniciativa, el capital surgiría de la devolución de los saldos a favor del impuesto sobre los Ingresos Brutos.
Además, los agricultores pidieron que se refuercen los controles sobre la producción de azúcar y que se cumpla la entrega de la garantía de exportación por parte de los ingenios, que en la actualidad es de un 33% del total de elaboración de cada industria.
“Los ingenios no están entregando ese stock azúcar de manera completa”, afirmó Walter Roda, también de CUE.
A su vez, industriales, dirigentes cañeros y funcionarios del gobierno, entre ellos, Feijóo, conformaron una “mesa de diálogo” (hay división en la actividad) para analizar posibles soluciones ante la crisis azucarera, marcada por la caída del precio interno y la suba de los costos de producción, entre otros puntos.
“La idea fue considerar la situación de la actual zafra y analizar los motivos de la crisis por la que atraviesa pensando en alternativas que generen soluciones. Vamos a tener una mesa de trabajo permanente para considerar distintas alternativas. Tenemos que hacer todo lo posible para recuperar el precio del mercado interno”, afirmó el titular del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Por su parte, Sergio Fara, titular de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), apuntó al aumento de dos puntos porcentuales del corte de alcohol de caña en las naftas.
