En el Campo Experimental de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Quimilí, se llevó a cabo un nuevo ensayo forrajero a cargo de los ingenieros agrónomos Úrsula Wolf y Javier Reinaldi, ambos especializados en alimentación de rumiantes y sistemas de producción animal.
"Este año estamos evaluando alternativas en recursos forrajeros mediante la incorporación de especies leguminosas forrajeras", explicó Wolf. En noviembre se sembraron parcelas experimentales de Macroptilium lathyroides cv "Mancebo", tanto en cultivos puros como en consociación con pasturas megatérmicas como Chloris gayana cv Reclaimer y Panicum coloratum cv Nyasi, con el objetivo de analizar su comportamiento y adaptación a las condiciones climáticas de la región.
Además, se incorporaron parcelas de la leguminosa Aeschynomene americana cv "Brava", una especie con mayores requerimientos hídricos en comparación con Mancebo. Sin embargo, los especialistas consideran que podría ser viable en años con buenas precipitaciones, por lo que su desempeño también será evaluado.
El desarrollo de este ensayo fue posible gracias a la articulación con la empresa Peman Semillas, que proveyó los materiales sembrados y mantiene un vínculo de cooperación técnica con la EEA.
En cuanto a Macroptilium lathyroides cv "Mancebo", Wolf explicó que se trata de una leguminosa nativa anual seleccionada por la Universidad Nacional del Litoral. Esta especie se destaca por su alta calidad forrajera, bajos requerimientos hídricos y su capacidad para adaptarse a periodos de sequía, lo que la convierte en una opción prometedora para ambientes del centro y este de Santiago del Estero.
"Buscamos entender cómo se comportan estas especies en el ambiente del este santiagueño, con el fin de ofrecer respuestas y alternativas a los productores que lo demandan. Desde hace varios años, apostamos a la diversificación de recursos forrajeros porque, en la mayoría de los sistemas pastoriles del Chaco semiárido salteño y santiagueño, predomina el gatton panic como especie única", amplió Wolf.
Finalmente, los profesionales destacaron que el gatton panic no tolera periodos prolongados de sequía ni el sobrepastoreo, lo que ha generado la necesidad de explorar nuevas alternativas dentro del amplio abanico de especies forrajeras disponibles. Estos ensayos buscan aportar soluciones concretas a los desafíos que enfrentan los productores en regiones con climas extremos y recursos hídricos limitados.