En un contexto de incertidumbre para la campaña de granos 2020/21 a causa de la falta de lluvias, desde el sector privado estimaron que el maíz presenta ventajas impositivas y tecnológicas que pueden impulsar el área sembrada.
En una jornada virtual organizada por la Asociación Civil Fertilizar, directivos de la entidad señalaron que si bien no existen cifras sobre la intención de siembra en este cultivo, la precampaña comercial avanza a buen ritmo, aunque bajó su marcha en el último mes, a causa del estrés hídrico generado por la sequía.
Más allá de los costos de implantación en maíz, el nivel de derecho de exportaciones es uno de los atractivos que presenta el cultivo. Mientras que el complejo sojero tributa un 33%, las retenciones al cereal son del 12%.
Según explicó Jorge Bassi, presidente de Fertilizar, a esa variable se agrega un paquete tecnológico que en las últimas campañas permitió aumentar los rendimientos, con una baja en los costos de producción y un maíz que se adaptó a diferentes regiones y fechas de siembra. Un dato que confirma esta tendencia es que en la campaña anterior, el maíz superó a la soja en volumen producido, situación que no se presentaba desde el año 1996.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, entre 2013 y 2019, los rendimientos maiceros aumentaron 287 kilos por hectárea, mientras en el mismo período, la productividad de la soja creció 47 kilos por hectárea. En esta situación, Bassi explicó que con una relación estable entre insumo y producto, las dosis de fertilización en nitrógeno -insumo clave para mejorar el rendimiento- crecieron en los últimos cuatro años de 190 kilos por hectárea a 239 kilos por hectárea".
En un escenario de fuerte incertidumbre por la sequía, que según estimaciones privadas ya empezó a recortar la performance productiva del trigo en casi 3 millones de toneladas, Bassi remarcó el potencial de mejora en los rindes que brinda la fertilización.
En esta instancia y de acuerdo a una red de ensayos en las que participa Fertilizar, pruebas a campo demostraron que con solo incrementar los niveles de reposición de nutrientes la productividad aumenta en un 20%.
Por Andrés Lobato