El economista Juan Cruz Kelly, del departamento económico de Confederaciones Rurales Argentinas, aseguró que Brasil se ha transformado en un nuevo líder en el mercado mundial de alimentos y que este proceso no ha sido casualidad, tiene que ver con una visión común entre el sector privado y el sector público, lo que no ocurre en Argentina.
A esto se agrega la acertada percepción de los "recursos naturales, recursos humanos, tecnología, políticas públicas, instituciones y el sueño (brasileño) de ser líderes en la alimentación mundial".
"El país vecino tuvo una evolución del agro realmente llamativa y se lo puede estructurar en tres grandes ciclos; el primero hasta 1960, el Ciclo del Café; una segunda etapa, que la podemos catalogar como Modernización Verde que llega hasta los 90 y por último, la etapa de "Liderazgo Alimentario Mundial" en los 2000.
Brasil mantiene una política de estado dirigida hacia el sector de los agronegocios y productor de alimentos "que viene cumpliendo con sus objetivos a partir de las oportunidades que tanto el mercado externo como el interno le plantearon, independiente del color de los políticos", resaltó el analista.
"En un primer momento era abastecer de alimentos a la nueva población urbana que migraba desde las zonas rurales, lo que implicaba una agricultura más moderna e intensiva, dados los nuevos requerimientos de alimentación de esta nueva población e incrementar las exportaciones para conseguir divisas que financien las importaciones industriales", reconoció.
Posteriormente, Brasil incrementó la productividad, creció en área sembrada y enfatizó la producción de proteína animal, tanto en cerdos, aves como en bovinos.
"Ya en los 2000 la meta fue posicionarse como líder mundial en alimentos y en el Agronegocio. Es decir, Brasil no se plantea sólo abastecer al mundo con alimentos sino que se posiciona como líder mundial de energías a partir del agro", expresó Kelly en un análisis donde subyacen las comparaciones con los vaivenes argentinos que le hicieron al país perder mercados granarios y vacunos, entre otros.
Así, entre 1960 y 2010 la producción de granos se ha multiplicado casi por 9 en Brasil y el stock ganadero 3 veces y media. "La explosión fenomenal y el liderazgo de Brasil en materia de producción mundial de alimentos es un hecho consumado, nadie lo discute. Estos logros son consecuencia de objetivos comunes: crecer en la producción, la innovación, la calidad institucional y querer ser líderes mundiales. Está claro que Argentina tiene mucho para aprender de Brasil", manifestó el economista.
