El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, adelantó que esa provincia trabaja para que "en un futuro inmediato" se comience a producir, cultivar y exportar cannabis y cáñamo medicinal.
"Lo está haciendo Salto (Uruguay) a Canadá y nosotros podremos realizarlo", aseguró el mandatario provincial.
Bordet realizó estas declaraciones tras presentar obras en el Centro Provincial de Convenciones (CPC) de Paraná, como el inicio de la construcción del aeropuerto binacional de Concordia-Salto "Comodoro Pierresteguy" por 37 millones de dólares.
Ese aeropuerto, según Bordet, permitirá exportar diferentes productos de la región "con una mejora del 30% en la estructura de costos" para los productores.
Entre las producciones, se encuentra el cannabis y cáñamo medicinal que exporta la ciudad de Salto a Canadá.
Entre Ríos "podrá realizarlo en un futuro inmediato, porque sabemos que la próxima semana se estaría aprobando en la Cámara de Diputados de la Nación la ley de cannabis medicinal", enfatizó el gobernador entrerriano.
La futura producción de cannabis y cáñamo se instalaría "en el norte entrerriano, en los departamentos de Feliciano y parte de Federación", para luego "también lograr la exportación por ese aeropuerto".
En tanto, la comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados emitió hoy dictamen de mayoría sobre el proyecto de ley impulsado por el Poder Ejecutivo que establece el "Marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial".
"Se trata de un mercado global emergente, una oportunidad para que la Argentina se desarrolle en esta actividad. Presenta grandes oportunidades de desarrollo en materia de genética. y se puede generar una importante cadena productiva en diferentes regiones el país", explicó el funcionario ante la comisión que preside el correntino José Ruiz Aragón (Frente de Todos).
En cuanto al proyecto, que tiene media sanción del Senado, Kulfas remarcó que "trabajamos durante más de un año y llegamos a un texto de un proyecto de ley entendemos que satisface las necesidades que tiene este sector para empezar a nacer y crecer en Argentina".
"El proyecto apunta a legalizar la producción y desarrollo de esta cadena productiva, sujeto a regulaciones basadas en recomendaciones internacionales y en estudios realizados a nivel global y Nacional", añadió.
Aclaró también que "éste incipiente desarrollo necesita un marco regulatorio, porque hay una legislación que ha surgido de este Congreso hace muchos años, pero a fines experimentales y no productivos".
Por su parte, la diputada nacional Carolina Gaillard (Frente de Todos-Entre Ríos) consideró que "es central avanzar porque si no lo que ocurre es que las familias que necesitan llevar adelante tratamientos con cannabis tienen que importar de Uruguay, Chile, acudir a cultivadores solidarios u otros que les cobran de manera ilegal".
El proyecto promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena.
El objetivo es brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis.
En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.
El mercado internacional del cannabis "está creciendo sensiblemente, en la medida que se autoriza su uso para fines médicos y terapéuticos. Argentina cuenta con grandes oportunidades para ser un jugador relevante, por su tradición agropecuaria, su conocimiento científico y tecnológico y sus capacidades productivas", explicó el Ministerio de la Producción.
Detalló que el potencial económico para el desarrollo de la actividad del cannabis medicinal y el cáñamo industrial para el año 2025 se proyecta en 10.000 nuevos empleos (alto porcentaje en I+D+i), 500 millones de dólares en ventas al mercado interno anuales y 50 millones de dólares de exportación anuales, revelan los datos.
El proyecto contempla también la creación de una agencia reguladora, un nuevo actor público, que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas: la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame).
Esa entidad tendrá autarquía técnica, funcional y financiera y orbitará en el ámbito Ministerio de Desarrollo Productivo.
Al momento de analizar las solicitudes de licencias para producir cannabis medicinal o industrial, la nueva agencia establecerá los requisitos y antecedentes que se solicitarán al peticionante, con el fin de "maximizar los controles destinados a prevenir actividades ilegales, incluyendo el lavado de activos".
Fuente: Télam