Boca sufrió mucho para clasificar a las semifinales y le "rezó a San Orion", que atajó tres penales seguidos en la definición, cuando su colega Esteban Conde había atajado dos y parecía que Nacional lo eliminaba.
Nacional empezó buscando el empate sin goles, con un entramado de dos líneas de cuatro, pero el esquema se perfeccionó cuando a los 20 minutos Barcia desbordó por la derecha y tiró un centro que el "Cata" Díaz metió en contra de su arco, tratando que no llegue a conectar "Papelito" Fernández.
Boca a partir de allí tuvo que luchar mucho para conseguir el empate, ante un equipo bien parado y con una defensa muy firme. Fue Cristian Pavón (hasta allí el mejor) el que consiguió derrotar a Conde, con un tiro cruzado, luego de un gran pelotazo de Leo Jara de 30 metros a espaldas de Espino. La alegría se transformó en desconcierto, cuando Pavón se sacó la camiseta y se olvidó que ya estaba amonestado, por lo que fue expulsado.
Después los dos buscaron el triunfo, pero ya era muy difícil que el marcador se moviera y más con un árbitro "saca partidos" como el brasileño Heber Lópes, que no dio ni un segundo de tiempo adicional, por miedo a un gol de cualquiera. En la definición por penales se enfrentaron dos especialistas en atajarlos y allí Orion le ganó 3 a 2 a Conde y clasificó a un Boca, que sufrió demasiado, pero ahora festeja.