El conflicto por la falta de combustible durante la última cosecha gruesa del año pasado ocasionó cambios en las políticas de biocombustibles. Con el propósito de paliar la escasez, el Gobierno estableció en la segunda mitad de 2022 un incremento en el corte obligatorio del 5% al 12,5%. De este incremento del 7,5% (que se extendió hasta fin de año), un 2,5% adicional fue destinado a las empresas pymes que suministran al mercado interno, mientras que el 5% restante se destinó al mercado libre a precios más competitivos para los consumidores.
Aunque actualmente el sector de biodiésel en Argentina enfrenta una situación complicada debido a la escasez de materia prima, la disminución en las exportaciones y la alta capacidad no utilizada, posee la capacidad de aumentar el porcentaje de mezcla de biodiésel en el gasoil del 7,5% actual al 20%.
Según los cálculos de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), el país cuenta con una capacidad de producción de biodiésel de 3,5 millones de toneladas al año, generando alrededor de 6,000 empleos, tanto directos como indirectos. Estos empleos están en riesgo debido a la situación actual del sector.
En caso de que el corte de biodiésel se elevara al 20%, las fábricas de biodiésel podrían cumplir con esta cuota sin dejar de atender los mercados internacionales. En otras palabras, es posible reactivar las fábricas de biodiésel a través de una regulación gubernamental.
Un aumento al 20% permitiría la inyección de aproximadamente 2,2 millones de toneladas de biodiésel al mercado interno, además de las exportaciones a Europa, que actualmente demandan cerca de 1 millón de toneladas al año. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el mercado europeo está experimentando dificultades en términos de exportaciones debido a la reducción en el volumen y los precios a la baja en 2023 en comparación con el año anterior.
A pesar de estas perspectivas, el panorama para los fabricantes de biodiésel en 2022 es diferente, principalmente debido a la falta de materia prima para la producción de aceite y biodiésel. La sequía redujo las existencias de soja a menos de 3 millones de toneladas disponibles en el mercado hasta el comienzo de la próxima campaña en 2024.
En Argentina, existen más de 400 plantas de molienda de soja, lo que crea un mercado altamente competitivo donde los compradores de aceites para biodiésel tienen opciones para elegir.
Además de estas consideraciones, el biodiésel contribuye positivamente al medio ambiente, reduciendo las emisiones de gasoil en un 70%, lo cual está certificado por los estándares europeos.
Para superar la actual crisis de suministro de gasoil, es esencial que el Gobierno permita que las fábricas de biodiésel exporten al mercado interno sin subsidios y en condiciones de libre competencia en beneficio de los consumidores nacionales. A medida que comienzan las lluvias y se inicia la siembra en todo el país, es crucial tomar decisiones inteligentes, dado que el suministro de aceite en Argentina es limitado este año. Se debe autorizar a las exportaciones para su comercialización en el país. Además, en 2024, es necesario modificar las condiciones de comercialización en el país y fomentar la libre competencia para evitar crisis recurrentes.