Esta medida, impulsada en parte por las dificultades financieras de grandes conglomerados agroindustriales como "Los Grobo", es vista con preocupación por los productores tradicionales, quienes enfrentan problemas estructurales mucho más profundos y complejos.
El sector alerta que una quita total de retenciones podría intensificar la concentración de tierras y recursos en manos de grandes corporaciones agrofinancieras, desplazando definitivamente a los chacareros clásicos, tanto propietarios como arrendatarios de pequeñas y medianas parcelas. "Lo que necesita el agro argentino para recomponerse como un proyecto inclusivo que beneficie a miles de familias agricultoras no es una mera eliminación de retenciones, sino un paquete de medidas que contemple la diversidad y las necesidades del sector", expresaron los representantes.
Propuesta: segmentación de retenciones y medidas de apoyo
Entre las soluciones planteadas, se destaca la necesidad de una segmentación en las retenciones. Esta propuesta contempla la devolución total del 100% de las retenciones a los pequeños productores, mientras que las grandes empresas y fondos de inversión que trabajan miles de hectáreas quedarían excluidos de estos beneficios. Según los productores, los fondos recaudados deberían destinarse a objetivos específicos, como:
Mejoras en infraestructura rural: acceso a agua potable, electricidad, internet y viviendas dignas.Financiamiento de proyectos productivos con valor agregado en origen y prácticas agroecológicas.Programas que favorezcan la rotación de cultivos para preservar el suelo.Subsidios para combustible y aportes patronales que alivien la carga fiscal de los pequeños productores.
Frenar la concentración y extranjerización de tierras
Los pequeños y medianos productores también advirtieron sobre los riesgos de un modelo agropecuario que fomente la hiperconcentración y la extranjerización de tierras, lo que pone en peligro la continuidad de los chacareros que han sido el motor histórico de la agricultura argentina.
"El problema de una gran empresa no es el problema de todo el agro. Las soluciones para esas corporaciones no son las que necesitamos los productores de siempre, quienes aún trabajamos con arraigo, empleados en blanco y salarios dignos", concluyeron.
El mensaje es claro: el agro argentino necesita políticas diferenciadas que protejan a los pequeños productores y fortalezcan un modelo inclusivo y sustentable, en lugar de beneficiar únicamente a los grandes jugadores del sector.