La principal diferencia que tiene el azúcar de caña con el azúcar blanco es que no pasó por el proceso de refinamiento y por eso conserva sus propiedades nutritivas.
Su color es más oscuro por la melaza y su consistencia es pegajosa. El azúcar integral muchas veces se confunde con el azúcar rubia o negra, pero no son lo mismo. Estas son de menor calidad, ya que contienen grandes cantidades de impurezas y además no tienen nutrientes. Por su importante aporte de hidratos de carbono, es fuente de energía y un complemento fundamental para que nuestro organismo pueda funcionar correctamente y optimizar su rendimiento.
La vitamina A que contiene el azúcar de caña ayuda a la formación y mantenimiento de los dientes, huesos y piel. También contiene betacarotenos, que actúan como antioxidantes y rejuvenecen las células. Es conveniente en casos de estrés, ya que contribuye a disminuir sus efectos mediante la producción de hormonas que lo combaten. Además, es adecuado para los dolores de cabeza y para aliviar la artritis. Gracias a su contenido de ácido pantotenico, ayuda a reducir la acidez estomacal por lo que es indicada en casos de gastritis. También disminuye los niveles de colesterol y favorece al sistema inmunológico.
La presencia de vitamina B es útil para incorporar la energía que proveen los alimentos. Colabora en la formación de los glóbulos rojos y por eso es conveniente ingerirla si existen problemas de anemia. El calcio es un mineral que forma parte de la composición del azúcar integral. Por lo tanto, es útil para prevenir la osteoporosis y ayudar a los huesos a mantenerse fuertes a lo largo del tiempo, evitando las fracturas. Los músculos se mantienen relajados y tonificados gracias al aporte del magnesio en la ingesta diaria. Este mineral también cuida al corazón, estabiliza la presión arterial y evita la aparición de coágulos sanguíneos.
De sabor dulce e intenso, el azúcar integral de caña es una de las mejores opciones a la hora de endulzar una taza de té, café, mate, o realizar tortas y/o budines. Es fácil de digerir, aporta vitaminas y minerales fundamentales para nuestro cuerpo y tiene un poco menos de calorías que el azúcar blanco. Se puede consumir cruda o cocinarla en diferentes tipos de preparaciones dulces.
Un detalle importante es que su riqueza en sales minerales alcalinas ayuda a alcalinizar nuestro PH, lo cual es saludable para nuestra salud ya que tendemos a estar todos con un PH sanguíneo demasiado ácido.
Salud