Los ministros de Industria y Agricultura, Débora Giorgi y Carlos Casamiquela, se reunieron ayer a la tarde, en Moscú, con el ministro de Agricultura de la Federación Rusa, Nikolay Fyodorov, para avanzar en la profundización del comercio bilateral, fundamentalmente en el sector alimentario.
Durante el encuentro, la ministra Giorgi presentó una amplia oferta de alimentos e hizo hincapié en la posibilidad de inserción en el mercado ruso de productos alimentarios industrializados, con énfasis en pastas, vinos, golosinas y galletitas.
En tanto, el ministro ruso afirmó que "hay muchas empresas interesadas en establecer una relación más estrecha con la Argentina, cuyas compañías pueden acceder a un importante porcentaje de sectores de nuestro mercado alimentario".
Algunos de los rubros que se destacaron en la reunión, entre otros, fueron carne de pollo y peras, seguidos de aceite de oliva, aceitunas y caballa.
Previamente, Giorgi mantuvo un encuentro con el viceministro de la cartera de Industria y Comercio, Yuri Slyusar, a quien transmitió la oportunidad para que las empresas rusas inviertan en la Argentina.
Ambos funcionarios evaluaron las potencialidades que tiene la Argentina para la radicación de inversiones y resaltaron, además de los alimentos, las oportunidades de desarrollo en los sectores vitivinícola, agroenergía y bioenergía.
De las reuniones participó el titular del Servicio Federal para el Control Veterinario y Fitosanitario ruso (el equivalente al SENASA local), Serguei Dankvert -también presidente de la Comisión Intergubernamental Argentina-Rusia-.
Estuvieron presentes, entre otros, los secretarios de Relaciones Comerciales Internacionales de la Cancillería,Carlos Bianco, de Planeamiento Estratégico Industrial, Horacio Cepeda, y de Coordinación Política Institucional de Agricultura, Javier Rodríguez, y el embajador argentino en Rusia, Pablo Tettamanti.
En tanto, el Gobierno ruso levantó ayer la prohibición de importar algunos alimentos frescos de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) que son especialmente difíciles de sustituir.
De ese modo, el Gobierno de Moscú revocó por decreto la prohibición de importar leche y lácteos sin lactosa, salmón, semillas de patata, cebollas, maíz y suplementos dietéticos como vitaminas, tal como habían dispuesto el último 7 de agosto.
Hasta ayer, la Comisión Europea había cifrado en unos 5.252 millones de euros el impacto del veto ruso para los países de la Unión Europea.