Australia se convierte así en el primer exportador importante de productos agropecuarios en concluir un acuerdo con Japón, país que siempre se opuso a abrir su protegido sector agrario. Es importante destacar que el rubro de carnes bovinas genera los mayores ingresos para Australia en su corriente comercial con el mercado nipón, llegando a US$ 1.400 millones anuales.
Mediante el pacto binacional, en los próximos 18 años, Japón reducirá a la mitad los aranceles de importación que aplica a la carne bovina australiana congelada (hoy del 38,5%) y recortará al 23,5% los del producto enfriado, en este caso, con una fuerte baja en el primer año. También, habrá mejoras para las menudencias.
Como contraparte, Australia disminuirá los impuestos aduaneros a los automóviles japoneses, que se sitúan actualmente en el 5 por ciento.
Estados Unidos no se queda atrás
En el nuevo escenario, las ventas de carne vacuna de Estados Unidos, primer abastecedor de Japón, pueden verse afectadas en la medida en que el gobierno norteamericano no logre condiciones de acceso similares.
Por eso, el miércoles, ambos países empezaron las negociaciones para un acuerdo comercial, antes de la visita que hará el presidente Obama a Japón, el próximo 24 de abril. Los principales escollos son los aranceles japoneses sobre carne vacuna y porcina, arroz, lácteos y azúcar; y los aranceles estadounidenses sobre vehículos para pasajeros y camiones livianos.
Al respecto, para Valor Carne, un aspecto muy interesante del acuerdo entre Australia y Japón, es que se incluyó una cláusula que establece que si el país asiático llegara a dar mejores condiciones de acceso a una tercera nación, para los rubros beneficiados, a Australia le corresponderá ese mismo tratamiento.