El Gobierno dispuso ayer un aumento en el precio mayorista de la energía que llega hasta el 600% para los consumos de clase media y que tendrá un fuerte impacto no esperado en las provincias, ya que no sólo alcanza a Capital Federal y Gran Buenos Aires, y en las grandes industrias que a su vez son las formadoras de los otros precios de la economía. En las áreas de Edenor y Edesur falta además el alza en el margen que perciben las empresas distribuidoras y las transportistas en alta tensión, por lo cual una primera estimación indica que un usuario residencial de clase media pagará alrededor de 10 veces más por la electricidad. Los incrementos rigen desde el próximo lunes 1 de febrero.
Aun cuando el valor del kilovatio para hogares y demandas pequeñas y medianas todavía sería menor que la mitad del precio que el Gobierno considera real, no hubo gradualismo en la medida y parece haber primado el criterio de reducir rápidamente el déficit que le generan al fisco los subsidios en las tarifas eléctricas que significaron alrededor de $100 mil millones en 2015.
Hay además un retorno a los procedimientos y mecanismos con que se concibieron las privatizaciones en la década del 90. Esto significa que habrá una adecuación del precio mayorista al inicio de cada semestre -mayo y noviembre- y en caso de ser necesario, en la mitad del semestre -febrero y agosto-. Por eso los valores fijados ayer serán revisados a partir del 1 de mayo.
Teóricamente en cada período, el precio mayorista se define según la oferta y la demanda esperada para el semestre o trimestre que se inicia. Analistas del sector afirmaron ayer que el precio de $ 0,70 por kilovatio fijado para las grandes industrias es ya el valor pleno sin ninguna subvención estatal. En tanto, el precio promedio para residenciales, pymes, pequeños y grandes comercios y el alumbrado público se ubica a partir de febrero en alrededor de $ 0,308; podría haber otros aumentos en el año o más adelante hasta llegar a un valor como el de las grandes industrias.
Una consecuencia de fijar un único valor mayorista de la energía es que los que más sufrirán el impacto del aumento son los que menos consumen, porque éstos eran los más beneficiados con los subsidios. Como se ve en el gráfico, los residenciales que consumen hasta 1.000 kilovatios bimestrales, tendrán un aumento del 500% al 600% en el valor del kilovatio, mientras los que consumen entre 1.000 y 2.800 kilovatios tendrán un alza entre 100% y 200%, y para los que usan más de 2.800 kilovatios el alza será del 28%.
Estos números son de todas formas provisorios porque no se puede anticipar todavía cómo jugará el aumento todavía desconocido en el margen de distribución de Edenor y Edesur. Considerando sólo el valor del kilovatio, los residenciales que viven en las zonas sin subsidio, como los countries, tendrán una rebaja del 15% al 17% con el nuevo precio mayorista.
La Resolución 6 del Ministerio de Energía, publicada ayer, contempla también un llamado "plan estímulo" que premiará a los usuarios que ahorren energía con relación al mismo periodo del año anterior. Siendo el valor del kilovatio de $ 0,308, los que consuman entre 10% y 20% menos pagarán un precio de alrededor de $ 0,25, o sea casi un 20% menos. Si el ahorro supera el 20%, el premio será una rebaja de un 35% con un valor del kilovatio de aproximadamente $ 0,20.
La norma también establece una tarifa social, aunque falta una reglamentación del Ministerio de Desarrollo Social que determine los criterios para que un usuario quede comprendido en esta categoría. En el caso de ser beneficiado con la tarifa social, el usuario residencial pagará un cargo fijo todavía no definido para cubrir los gastos de facturación y envío, y tendrá los primeros 150 kilovatios consumidos a precio cero, y por encima de esa cantidad, el valor del kilovatio será de $ 0,03. Pero para que esto último ocurra, el beneficiario debe consumir igual o menos que en el mismo período del año anterior. Si consume más, todo lo que supere los 150 kilovatios se facturará a $ 0,308 como al resto de los residenciales.
De este modo, la resolución fija cinco tarifas considerando por ahora sólo el precio mayorista de la energía: para residenciales, pequeñas y medianas demandas y alumbrado público; para hogares con ahorro del 10% al 20%; para hogares con ahorro de más del 20%; la tarifa social , y la tarifa para las grandes industrias.