El sector frigorífico asegura que se agravó la crisis que sufre desde hace algunos años al punto que en lo que va del año se perdieron unos 3000 empleos " y es probable que este número aumente en las próximas semanas".
Según un comunicado emitido por el Consorcio de Exportadores ABC, que lleva la firma de su titular, Mario Ravettino, por el lado externo, varios de los países competidores han sufrido devaluaciones de sus monedas "lo que los hace más competitivos a la hora de exportar ya sea por el costo de su ganado o por el costo de producción en las plantas que representa un 80% más que Brasil". Respecto de los valores de los animales, en Brasil el kilo de novillo en gancho es de u$s 2,40, mientras que en Argentina ese precio sube hasta los u$s 4,40 el kilo.
A su vez, "los países clientes han sufrido devaluaciones también, lo que hace que los precios que puedan pagar sean menores", agrega el comunicado.
Por el lado interno, "es creciente e incontrolada la actividad marginal de la industria en temas impositivos, previsionales, sanitarios y de medio ambiente", denuncian desde ABC, que habla directamente de una "competencia desleal" que sufre "la industria ordenada" y que también sufren las arcas de la Nación y las Provincias.
"Si a estos motivos le sumamos la falta de oferta suficiente de ganado pesado, producto de falta de incentivos para los productores, la combinación torna al negocio de la exportación de carne en una actividad en quebranto”, resaltó la entidad.
Según aclaró el consorcio ABC, la exportación es una parte menor de la producción de las plantas exportadoras, "ya que deben vender forzosamente la mayor parte en el mercado local, con lo cual al parar una de estas plantas, la oferta de carne en el mercado local también sufre".
Tras varios años de crisis, la industria "solicita la eliminación de las retenciones" o que el gobierno nacional tome medidas compensatorias y "que haga posible la continuidad de la actividad que puso a la Argentina durante varias décadas como el tercer exportador mundial".
La pérdida de competitividad, la falta de animales pesados para la exportación, la suba de los costos internos, los controles sobre las exportaciones que pesan en el sector desde 2006, las exigencias de abastecimiento al mercado interno a precios acordados oficialmente, y hoy un dólar oficial que le resta competitividad a las ventas externas son los principales escollos que tiene que sortear la actividad.
Entretanto, se perdieron miles de puestos de trabajo y cerraron cientos de plantas frigoríficas en la Argentina, con el retraimiento y salida, inclusive, de grandes grupos como la estadounidense Cargill, que vendió sus dos plantas en el país, y la brasileña JBS, entre otras.
Como consecuencia de esta crisis hoy la Argentina no figura entre los 10 principales exportadores de carnes vacunas del mundo.
