Es claro que hay una evidente infracción por parte de la norma española (de vedar el ingreso de biodiesel argentino) y va a ser muy difícil para la Unión Europea ganar la discusión, expresó el especialista. En abril pasado, una decisión ministerial publicada en el Boletín Oficial español determinó la prohibición de hecho a la importación de biodiesel extracomunitario, dejando afuera a la Argentina de un mercado que en 2011 le reportó ingresos por más de u$s 1.000 millones.
La represalia llegó en pleno enfrentamiento por la expropiación de YPF a la española Repsol, momento en el que la presidenta Cristina Fernández descartó que fuera a hacer una presentación a la OMC por el tema. Pero mientras en la primera parte del año la Argentina siguió enviando embarques de biodiesel anteriormente comprometidos a ese destino, a partir de ahora no ingresarán más envíos, por lo que la cartera que comanda Héctor Timerman anunció que inició un “proceso de acusación” contra la Unión Europea ante el organismo que regula el comercio internacional.
A partir de esta presentación, que debe ser aceptada por la Comisión Europea, las partes deberán sentarse a negociar en Ginebra en una instancia de mediación previa en donde es probable que no se pongan de acuerdo, según Idígoras, por lo que se dará paso, al cabo de algunas semanas, a un panel, que es una suerte de juicio internacional.
El proceso judicial demanda aproximadamente un año y mientras se desarrolla, en principio, la situación no se va a modificar salvo que la Comisión Europea considere que la norma está en una infracción tan evidente que suspenda su aplicación, indicó Idígoras.
El gobierno argentino, por su parte, acaba de incrementar los derechos de exportación del biodiesel de 14% a 24%, y recortó su valor de venta en el mercado interno. Consultada sobre la medida internacional, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) evitó hacer declaraciones.
Más allá de la situación española, preocupa a la Argentina el creciente proteccionismo europeo frente al biodiesel por parte de países como Francia, Portugal e Italia, que mantienen cuotas de ingreso y licencias no automáticas.
El único argumento que brindó el viceministro de Economía, Axel Kicillof, para explicar el aumento del cien por ciento (pasaron del 12 al 24%) en las retenciones del biodiésel fue que “es una industria madura”
20 Ago 2012
