En un contexto regional desafiante, Argentina logró sobresalir como el único país del Mercosur que experimentó un aumento en sus exportaciones de carne vacuna durante la primera mitad del año. Sin embargo, este logro no ha sido gratuito, ya que el país tuvo que ceder en el precio para mantener su posición en el mercado internacional. Así, a pesar de enfrentar regulaciones y un diferencial cambiario desfavorable, la industria cárnica nacional encontró formas de destacarse y aumentar sus envíos al extranjero.
De acuerdo a datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Argentina registró embarques por 327,2 mil toneladas de carne vacuna de enero a junio de 2023. Esta cifra representa un incremento de casi 9 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior, lo que equivale a aproximadamente 26 mil toneladas adicionales exportadas. Mientras tanto, otros países como Brasil, Uruguay y Paraguay han experimentado retrocesos en términos de volumen embarcado.
El aumento en las exportaciones argentinas ha sido resultado, en gran parte, de una mayor oferta de carne vacuna generada por faenas más elevadas, debido a las difíciles condiciones climáticas, particularmente la sequía. Aunque el mercado local absorvió una parte significativa de esta mayor oferta, las exportaciones también se han beneficiado al captar un mayor saldo exportable.
Sin embargo, este crecimiento en las exportaciones ha tenido un costo. Para mantener su competitividad en el mercado internacional, Argentina tuvo que ajustar el precio de sus envíos. Durante el primer semestre del año, el valor promedio de la tonelada embarcada fue de USD 4.274, lo que representa una reducción del 27,5% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando se lograron USD 5.900 por tonelada. Este sacrificio en los precios ha sido necesario para aumentar la participación del país en el mercado global.
A pesar de la disminución en los ingresos por unidad, el incremento en las exportaciones ha permitido a la industria cárnica argentina amortiguar los crecientes costos de operación, en un contexto de alta inflación y dificultades económicas.
Sin embargo, según un reciente informe del Rosgan -el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario-, existe la preocupación de que mantener una estrategia de ajuste vía precio a largo plazo pueda afectar la rentabilidad de los productores y exportadores, poniendo en riesgo la sostenibilidad de este crecimiento. Por lo tanto, es esencial que el gobierno y los actores de la industria trabajen en conjunto para abordar las barreras comerciales y las regulaciones que dificultan la competitividad de Argentina en el mercado internacional.