El Gobierno amplió el plazo para que los exportadores ingresen las divisas provenientes de la venta de sus productos al exterior, en una medida que apunta a permitirles que busquen el momento que consideren más oportuno para hacerlo e intenta "fortalecer la competitividad de las exportaciones argentinas".
La medida se adoptó mediante la Resolución 91/2016, publicada ayer en el Boletín Oficial, que eleva ese plazo a 365 días corridos y para todos los rubros.
A principios de marzo, el Gobierno ya había flexibilizado la norma que fijaba límites más estrictos a las empresas exportadoras y que habían sido dispuestos en tiempo del cepo, buscando asegurar el ingreso de divisas: había estirado hasta los 180 días las liquidaciones (es decir, la conversión a pesos de esas divisas) para unos 650 productos típicos de distintas economías regionales (como lácteos, frutas y hortalizas, preparados alimenticios, vinos, miel, frutos secos, aceite de oliva, jugos y conservas, entre otros). Ahora volvió a ampliarlos y los homogeneizó.
La Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) valoró la mayor flexibilidad dispuesta por el Ministerio de Producción, al considerar que facilita "la financiación de las exportaciones". "Ahora hay que seguir avanzando para fijar otros plazos acordes para la financiación de bienes de capital o piezas, o en los casos de licitaciones internacionales". reclamó el presidente de esa entidad, Enrique Mantilla.
La mirada cambiaria
La medida procura además evitar una nueva y mayor apreciación del peso, la que se produce al mostrar el billete una tendencia bajista en un contexto de elevada inflación local. Esto derivó, según la consultora Elypsis, en una apreciación del 5% de la moneda doméstica sólo durante abril.
De allí que los propios considerandos de la resolución mencionen un anhelo por "fortalecer la competitividad" y favorecer "una mayor inserción comercial" para "abrir mercados a nuestros productos, con reglas de exportación simples y facilidades de financiación para todos los productores".