La primera quincena de mayo cierra con buen tiempo, cielos despejados y descenso generalizado de las temperaturas. Un escenario inmejorable para culminar la postergada cosecha gruesa 2023/24.
Finalmente, se ha concretado el cambio hacia condiciones atmosféricas más estables, mucho más propias de un otoño que está promediando su duración.
El clima cálido y húmedo cedió su paso a un ambiente más frío y seco que ha provocado un marcado descenso de las temperaturas, tanto máximas como mínimas, causando las primeras heladas con amplia cobertura en la zona núcleo.
Un sistema de alta presión sobre el centro del país y la sostenida circulación sur han replegado las precipitaciones confinándolas al extremo norte del litoral Argentino, donde todavía se sienten los efectos de las lluvias que, producto de un bloqueo atmosférico, afectan gravemente al sudeste del Brasil desde la última semana de abril.
Las reservas de agua en el suelo han logrado una significativa recomposición y prácticamente son adecuadas u óptimas en la mayor parte de la región pampeana. Los perfiles del suelo consiguieron una recarga que establece muy buenas condiciones iniciales para las siembras de la campaña fina 2024/25.
Los pronósticos de mediano plazo prevén la continuidad del buen tiempo y un predominio de jornadas libres de lluvias que podría extenderse hasta el final de mayo.
Con la actual disponibilidad de agua en el suelo, el requerimiento de precipitaciones para iniciar adecuadamente la fina es muy bajo, por lo tanto no es motivo de preocupación la probabilidad de que la última parte del otoño se presente un poco más seca.