La sequía no fue excusa alguna para que los agricultores dejaran de ser “la niña mimada” del sistema financiero paraguayo. A pesar de haber soportado una merma de casi 50% en los niveles de producción, la agricultura cerró el 2012 como el actor económico menos moroso y el principal tomador de créditos, según el último informe de Estabilidad Financiera del Banco Central del Paraguay (BCP).
El segmento agrícola exhibió una tasa de morosidad de 0,5%; esto significa que de cada 100 guaraníes que se otorgó en préstamos a este sector, menos de 1 guaraní no retornó a la entidad financiera al cabo de los sesenta días posteriores al desembolso.
El segundo grupo con menos atraso en el pago de deudas fue la exportación, con un índice de 0,7%; mientras que el consumo y los servicios se ubicaron como las carteras con mayor mora, cuyas variaciones cerraron en 7% y 2,7%, respectivamente. Los comercios minorista y mayorista están en el rango medio, con morosidad de 2% a 2,5%; y la ganadería y la industria se mantuvieron en 1,7% y 1,3%.
Al observar el desempeño económico, la producción agropecuaria aparece como la más perjudicada en el 2012, con una retracción de 20%; y le acompañan las exportaciones, con una merma de 7%. Sin embargo, para este año, se espera que estos sectores se recuperen y crezcan a un ritmo de 33% y 24%, de acuerdo con las estimaciones del BCP.
Raúl Alderete, intendente de Estabilidad Financiera de la banca matriz, explicó que la prácticamente nula incidencia de la coyuntura en el comportamiento crediticio del sector agrícola y del exportador se debe a la profesionalización que se experimenta en la administración de estas empresas, así como las negociaciones que las instituciones financieras realizan con éstas.
“Al ver venir un año malo, (las empresas) decidieron no acceder a toda su línea de crédito o hablar con el banco; si normalmente pagaban el 100% de sus obligaciones a término, esta vez pagaron el 20% o el 30%, lo cual igualmente está sobradamente por encima de lo que exige la normativa del BCP”, informó.
Destacó que hoy en día se puede anticipar con tiempo los resultados de próximas cosechas, debido al perfeccionamiento de las tecnologías. “Los bancos y los clientes ya van sabiendo lo que se viene y acuerdan políticas y medidas. En las grandes empresas hay gerentes financieros, analistas y tienen colchones: como últimamente pudieron acceder a tasas bajas, optaron por tomar los créditos pero también su propio dinero y sus propias inversiones. Ni el Banco Central ni los bancos se vieron en la necesidad de relajas sus normativas”, agregó.
La agricultura participó en el 22,7% de los créditos proveídos por las instituciones financieras de plaza.
Marta García
