Los semanas que transcurrieron desde el inicio del invierno fueron especialmente complejas en lo que refiere al clima: mientras en el sur del país se registran fuertes nevadas, en el centro-norte se replican los incendios forestales y de pastizales, según informaron las autoridades locales a las corresponsalías de Télam.
Es el caso de Córdoba, donde la época de incendios forestales este año comenzó a mediados de mayo en Pampa de Achala, en las sierras de las Altas Cumbres, y desde entonces se sucedieron múltiples focos que hoy se centralizan en las localidades de las sierras chicas de Colón, Punilla y Santa María, entre ellos Bialet Maseé, Icho Cruz, Las Jarillas, Tanti, San Antonio de Arredondo, Santa María de Punilla y Villa Nueva.
El director de Defensa Civil de la provincia, Diego Concha, dijo a Télam que en 2019, según cifras oficiales, alrededor de 25.000 hectáreas de vegetación, pastizales y bosque autóctono fueron impactadas por los incendios.
En Santiago del Estero, se registraron incendios forestales en la zona sur de la provincia: dos de 900 hectáreas en Salavina; en Bandera, más de 2 mil hectáreas; y el resto, de menores proporciones.
El referente provincial del Sistema Federal del Manejo del Fuego, Luis Ataide, dijo a Télam que "de junio a noviembre está prohibida la quema de pastizales".
En Santa Fe y Entre Ríos los incendios de campos, zonas costeras e islas del delta crecieron exponencialmente respecto de años anteriores por el déficit de lluvias, que hace que los pastizales, afectados por las heladas, sean focos de la propagación ígnea, mientras bomberos de ambas provincias trabajan en conjunto para combatir los focos.
Voceros de los Bomberos Zapadores de Santa Fe indicaron que ya superaron el millar de intervenciones en la zona de la capital de la provincia y las ciudades de Santo Tomé y San José del Rincón.
En tanto, personal de Bomberos Voluntarios de varias ciudades, brigadas policiales y del Plan de Manejo del Fuego de Entre Ríos trabajan en diferentes focos ígneos en islas del delta del río Paraná.
Si bien lograron extinguir diferentes incendios con trabajos de más de ocho horas por isla, con líneas de defensa, análisis de datos y ataques directos en los focos, los vientos avivan el fuego que se encuentra debajo de la superficie.Por su parte, el director del servicio Nacional de Manejo del Fuego, Alberto Seufferheld, confirmó a Télam que "entre hoy y mañana" podrían extinguirse esos dos últimos focos de incendio y que hoy "no se registraron nuevos" en esa zona.Además del centro del país, las características ambientales y climáticas hacen que los incendios sean un problema grave en las provincias de Formosa, Jujuy, Tucumán y Salta.
El representante en la provincia de Formosa del Plan Nacional del Manejo del Fuego, comisario general retirado Héctor Machado, contó a Télam que "hay muchos incendios en las zonas rurales, pero es imposible saber cuántos, ya que los contabilizamos desde que la dotación interviene en el lugar, y en la mayoría de los casos son campo adentro, de muy difícil acceso".
El funcionario explicó que es un problema que también afecta a países limítrofes y responde a una sequía inédita en 40 años.
En Jujuy, la Brigada de Incendios Forestales del Ministerio de Ambiente provincial lleva combatiendo 91 incendios desde julio: "Se trata de quemas menores en zonas de interfase urbana", según dijo a Télam Ezequiel Morales, director del cuerpo.El incendio más importante ocurrió en julio en Cerro Hermoso, aparentemente provocado por gente del lugar. Los trabajos llevaron cuatro días y se contabilizaron unas 80 hectáreas de pastizales afectadas.El director de Defensa Civil, Fernando Torres, informó que "se esperan picos entre agosto y septiembre".En Tucumán, la quema de pastizales y de cañaverales constituye un problema que por el momento no tiene solución, mientras las autoridades estiman que hubo más de 1.000 focos en diferentes puntos de la provincia, pese a la campaña de concientización encarada por el Gobierno."Es una irresponsabilidad la cantidad de quemas teniendo en cuenta el contexto de la pandemia de coronavirus", señaló Fernando Torres, director de Defensa Civil de la Provincia, aunque la campaña publicitaria resalta el impacto negativo indirecto que tienen las quemas durante la pandemia y explica que "las personas afectadas por el humo podrían ocupar camas y respiradores", pero también "el fuego podría afectar la distribución de la energía eléctrica y dejar sin luz a centros de atención sanitaria".En Salta, distintos organismos municipales, provinciales y nacionales trabajan en conjunto desde julio en incendios forestales, entre los que se cuentan la Brigada Forestal de Salta y los Bomberos Voluntarios de las localidades de Vaqueros y La Caldera para extinguir un foco que se originó ayer en el cerro Mojotoro.En San Luis sucede algo similar a las provincias norteñas: tras el incendio registrado en mayo sobre la sierra central que devoró 1700 hectáreas y debió contar con la ayuda de la Nación para ser extinguido, pequeños focos se reproducen en el territorio provincial.La falta de precipitaciones ha hecho que el dique Nogolí se esté secando y registre en la actualidad 8 metros bajo cota, lo que pone en riesgo a los pequeños productores que viven del agua que alimenta el río homónimo, mientras que en lo que va de agosto ya se registraron seis focos en localidades provinciales como El Trapiche, a 40 kilómetros de la capital; y en la villa de Merlo.
Fuente: Télam