Afirman que el tipo de cambio limita la competitividad

La ingeniera Hilda Wilhelm de Vaieretti, representante de los productores del Oasis Norte de Mendoza, fue electa presidenta de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Es la primera mujer y primera representante del cooperativismo en presidir la corporación.

En diálogo advirtió de la problemática que atraviesa el productor vitícola, con una rentabilidad en crisis. No duda en hablar de coyuntura, porque entiende que incide en lo estructural también.

¿Cuándo resultó electa presidente?

Las autoridades se eligen en la última reunión de directorio del año, que fue hace aproximadamente 20 días. Se elige la nueva conducción y luego, en el desayuno de vendimia, que es el 8 de marzo, termina en sus funciones el actual presidente y asumo yo. Esta es la metodología instalada en la Coviar y esta ya es la cuarta presidencia.

¿De qué sector de vitivinicultura viene usted?
Vengo del cooperativismo. Soy productora primaria, asociada a una cooperativa. He sido socia fundadora de esa cooperativa y actualmente soy presidente de la cooperativa Norte Mendocino, ya hace siete años. Formamos parte de Fecovita, por ello formamos parte de la Federación de Cámaras Vitícolas de la República Argentina de la cual me eligieron presidente. Para ser presidente de la Coviar hay que ser presidente de una de las entidades del sector privado que la componen. Usted sabe que en la Coviar están sentado el sector privado y el sector público. El privado con todas las entidades representativas de la vitivinicultura y el público con los gobiernos de todas las provincias vitivinícolas del país.

Usted se convirtió en la primera mujer en ser electa presidente en Coviar...
Sí, la primera mujer. No hay en general en el nivel dirigencial de la vitivinicultura muchas mujeres, cosa que no sucede en la viña. En la viña el hombre poda y la mujer va atrás atando. Sin embargo, en el sector dirigencial, el que participa es el hombre, porque la mujer se queda haciendo cosas más importantes como el cuidado de los hijos. Ha sorprendido que fuera una mujer. Sin embargo, no me limitó durante toda esta avanzada en los distintos cargos, el hecho de ser mujer.

¿Cuál fue la impresión que le quedó de la reunión con el ministro de Agricultura Casamiquela?
Realmente, Casamiquela es un hombre de la tierra, un hombre de campo, así que hablamos y tenemos desde la base un ADN similar. Uno con la gente que conoce desde la producción, habla de otra manera. Un diálogo con gente que conoce de las actividades, es muy distinto. La Coviar estuvo acompañada por el gobernador de Mendoza y el ministro de Economía. Para la reunión habíamos preparado desde la vitivinicultura todo un programa con los distintos eslabones, la competitividad de las mismas y los problemas que vemos actualmente en la cadena vitivinícola. Pero eso no quedaba solo en el diagnóstico, sino que nos parece serio no solo decir los problemas que creemos que hay sino también cuales son las posibles soluciones. Entonces, planteamos una serie de posibles soluciones para paliar la situación. Usted sabe que la cadena vitivinícola está pasando un difícil momento, sobre todo el productor primario, con precio del vino muy deprimido que hace que realmente sea muy difícil la viabilidad en estos momentos del productor, de la comunidad productiva. De manera tal que le planteamos estas posibles soluciones. Fue muy productivo el encuentro. El ministro no estaba solo, estaban sus secretarios, de modo tal que inmediatamente vista la presentación, se armó una mesa de trabajo, con ideas de cómo cada uno de las distintas propuestas se podría llevar a la práctica y se quedó en forma concreta, para una reunión el día 8 de enero para comenzar a trabajar la parte técnica en la forma de implementar en forma concreta estas medidas.

¿Usted ve que hay solución en este tema? Porque pasa mucho por el desfasaje del tipo de cambio, es un problema de la órbita de Economía...
Nosotros estamos planteando la visión de la vitivinicultura como una cadena de equilibrios. Usted sabe que cuando el vino sobra, no vale nada, cuando el vino falta, vale mucho. Esa es la realidad, la oferta y la demanda. Nosotros nos estamos planteando en este momento la realidad de que el precio se encuentre en los valores actuales deprimido, es precisamente la consecuencia del volumen de stock con el que contamos. Para ello, le estamos pidiendo una ley para edulcorar las bebidas analcoholicas con el jugo concentrado de uva, o sea el mosto, con lo cual crearíamos un mercado interno de mosto. Aproximadamente se hicieron entre 100 y 150 mil toneladas de mosto y como récord se llegó a 200 mil. Es la primera forma en que la vitivinicultura regula su volumen de vino, diversificando mosto. Entonces, nosotros estaríamos creando un mercado interno que iría entre las 20 y 50 mil toneladas de mosto para edulcorar las gaseosas. Tendría doble efecto, por un lado ayudaría a una economía regional y por otro lado, es mucho más beneficioso para la salud.

Ahí van a chocar con la industria azucarera...
No, porque no competimos en ese segmento. De hecho, lo que hablamos de sustituir es jarabe de alta fructuosa, que son destilados de maíz, no hablamos de sustituir azúcar. De hecho, el volumen de mosto es muy pequeño, incluso se habló con los cañeros para que ellos adicionen el porcentaje que quieren poner de su azúcar, que también de esta forma, le garantiza a ellos este mercado interno de colocación de sus productos. Yo creo que con estas leyes todos ganan. Otra de las medidas a las que apuntamos es pedirle el subsidio de flete para exportar, el equivalente a dos meses de despacho en forma de graneles. La lógica de todo esto es tratar de sacar vino del mercado o mosto. Con el mosto ya vimos como. Y el vino es en forma de exportación que esto sí sigue la lógica. Por el tema cambiario hemos quedado fuera de competitividad. Cuando salimos con nuestros vinos, son caros en el mundo. España está teniendo una política muy agresiva en cuanto a la venta de graneles y entonces pedimos que si nos subsidian, que son 9 centavos de dólar por litro, nosotros estamos en condiciones de sacar por esos dos meses de despacho en igualdad de condiciones que los españoles y venderlos en el mercado. También hablamos de hacer un fondo anticíclico, que es crear una especie de mercado de vino, para lo que necesitamos una inversión. Surgió una idea interesante. Podría ser inversión de un banco financista interesado, con participación del Estado. De modo tener un mercado de vinos y mostos con un volumen importante de vinos equivalente al exceso de cada cosecha. Cuando el mercado tiene cuatro meses de stock es estable y es bueno. Cuando supera esa cantidad de stock es cuando comienza a producirse la baja en el precio. Hay que ver la forma de captar la diferencia en ese mercado de modo tal de dejarlo en el límite del equilibrio y ese mercado ofrece en forma alta los vinos. Es un mercado que tiende a la suba.