En su último informe, el USDA confirmó que Brasil obtendrá una cosecha récord esta temporada, a la luz de los rendimientos que se vienen registrando en el sur del país. En cambio, para la Argentina se proyecta una campaña de 54 millones de toneladas, que resulta inferior a la estimación de enero en 500.000 toneladas. En este caso, el USDA acusa de esta merma al clima seco que se registró en las principales regiones productivas de nuestro país en el curso de enero.
El reporte resultó constructivo para el mercado de trigo y el de maíz. En trigo, las exportaciones de los EE.UU. siguen activas y los stocks finales decrecieron por debajo de lo que el mercado aguardaba. De todas maneras, las existencias mundiales resultan abultadas como para permitir una suba consistente en las cotizaciones internacionales en el mediano plazo.
En maíz, la reducción en las existencias finales de los EE.UU. en relación con lo que el mercado esperaba no alcanza a generar entusiasmo entre los productores para sembrar este grano forrajero. La relación entre los precios de la soja y los de este cultivo estimulan la siembra de la oleaginosa.
Las existencias finales mundiales de la campaña 2013/14 fueron recortadas en 2,9 millones de toneladas en el informe de este mes, aunque permanecen en un nivel confortable, de 157,3 millones de toneladas. Las existencias iniciales fueron incrementadas en un millón de toneladas en este informe, luego que el USDA redujo las exportaciones del ciclo 2012/13 en 500.000 toneladas para la Argentina y 200.000 toneladas para Sudáfrica.
En cuanto a la producción global, el USDA recortó la de nuestro país en un millón de toneladas en relación con el mes anterior, e incrementó la estimación de Ucrania en 900.000 toneladas. La producción de Brasil se mantiene sin cambios en 70 millones de toneladas.
El mercado de la oleaginosa se mantuvo firme en el curso de febrero, por las perspectivas de clima desfavorable en nuestra región y la circunstancia de que los fondos de materias primas comenzaron a acumular importantes posiciones de compra en este producto. En este contexto, surge la necesidad de que la demanda comience a racionarse, a no ser que las cotizaciones busquen otro nivel que desaliente el uso. Se observa que los compradores adquieren la nueva mercadería sudamericana sin anular los negocios con disponibilidades norteamericanas, lo que confirma una importante acumulación de compras por parte de la demanda.
El maíz acumula, en lo que va de 2014, una mejora de casi un 6%, en tanto que la harina de soja registra mejoras del 3% y el 2%, respectivamente. El futuro agrícola de mejor performance en lo que va de este año es la avena, que en Chicago mejoró, en menos de dos meses, un 20%.
El escenario del mercado no puede ser mejor para los productores de nuestra región; más allá de alguna merma en el resultado final de esta campaña, como consecuencia del clima adverso del mes de enero y del exceso de precipitaciones en varias regiones que puede provocar algunas enfermedades, las cotizaciones internacionales registran niveles récord, a pesar de una perspectiva de producción más que aceptable en nuestra región. Mejor suerte que la de los productores norteamericanos, que debieron soportar su propia oferta estacional con cotizaciones en baja. Hacia finales de octubre y principios de noviembre, los agricultores de soja estadounidenses recibían u$s 40 por tonelada menos que en la actualidad.
En los EE.UU. las exportaciones de granos en los próximos meses podrían verse amenazadas por la importante acumulación de nieve en esta temporada en el medio-oeste de este país. Si las temperaturas comenzasen a elevarse y la nieve a derretirse rápidamente, fluirá sobre los ríos y el sistema de transportes terrestres se podría complicar por inundaciones. En este caso, los exportadores deberán cumplir los embarques pactados enviándolos por ferrocarril, lo que elevará las cotizaciones en el interior de los EE.UU.
El exceso de humedad también podría llegar a afectar la próxima siembra de los cultivos de verano, aunque resulte prematuro aún hablar de ello. Las primeras siembras en el sur de los EE.UU. comienzan a principios del mes próximo, en tanto que las del corazón del cinturón maicero estadounidense no arrancan hasta abril. Cualquier situación que pueda amenazar la normal implantación de los cultivos de la próxima campaña 2014/15 resultará un elemento alcista para el mercado.
Ricardo Baccarín