Luego de que la Inspección General de Justicia (IGJ) resolviera la instalación de dos veedores en la AFA por 90 días y la suspensión de las elecciones previstas para el 30 de junio, el ente rector del fútbol argentino responderá con dos misivas idénticas que enviará a la FIFA y a la Conmebol. En las mismas se califica a la decisión tomada por el organismo conducido por el abogado Sergio Brodsky, cercano a Daniel Angelici, como "una verdadera intromisión a manera de intervención en sus asuntos institucionales". De este modo, el Comité Ejecutivo jugará, quizás, su última carta: apelar a que los organismos con sede en Suiza y en Paraguay interpreten la situación de la misma manera y que el fútbol argentino corra el riesgo de ser desafiliado, y presionar al Gobierno Nacional para que dé marcha atrás.
En ambas cartas, redactadas por el secretario ejecutivo de la presidencia de la AFA, Damián Dupeillet, los integrantes del Comité Ejecutivo explican las razones por las que entienden que la decisión de la IGJ roza la intervención. "No informa con precisión en qué habría consistido el desorden institucional, económico financiero de la entidad", explican. Es que para la AFA "no existen elementos ni pruebas suficientes para la designación de veedores", ya que si necesitaban información sobre el calendario electoral o sobre las cuentas, el organismo dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos podría haberle trasladado ese requerimiento sin generar este revuelo. En otra parte, la AFA también hace mención a que el 23 de febrero pasado la IGJ había dado el visto bueno para que se convocara a elecciones, tras el llamado a Asamblea Extraordinaria, lo que pone en contradicción la Resolución Particular 827 del organismo, que canceló los comicios y designó dos veedores. "Se trata de una decisión infundada, improcedente, contradictoria en sí misma, carente de sustento legal y en exceso de las atribuciones de quien la dictara". Además, la AFA acusa a la IGJ de querer administrarla: "Existe un error de base, y consiste en la intromisión política con la pretensión de gobernar la AFA por parte de la IGJ".