A puro campo

Ya a la mañana temprano se podía predecir que iba a ser un día ideal en el predio de La Rural. No había una nube en el cielo, y cuando Hugo Biolcati comenzó su discurso inaugural, a las 11 de la mañana, las gradas ya estaban colmadas.

“Son mis últimas palabras en este histórico escenario y tengo la certeza que, como las pronunciadas en los años anteriores no son otra cosa que la voz y el pensamiento de una gran cantidad de productores rurales argentinos. La voz del campo que reclama”, comenzó Biolcati, iniciando su despedida.

Su discurso, con fuertes críticas al Gobierno, hizo un recorrido a través de los diversos discursos de inauguración de La Rural, cada uno con un reclamo que Biolcati dio por incumplido. Habló de un “brutal aumento de la inseguridad jurídica, patrimonial y de las personas”, como así también de la corrupción que “le arrebata a la gente los techos que con los dineros públicos debían construirse, y no hay nadie entre las rejas”.

No había pasado media hora del final del acto inaugural, cuando se empezaron a escuchar silbidos en la pista central. Un grupo de jóvenes ambientalistas de “La revolución de la cuchara”, habían logrado entrar a la misma, levantando pancartas que decían “Liberación animal” y “Esclavos por tradición”, entre otros.

Fue alrededor de las 13 que la pista se volvió, por primera vez desde que comenzó la exposición, un lugar casi intransitable, por la gente que se agolpaba para ver el inicio de las actividades. El grupo Los Colorados, con zambas y chacareras del repertorio tradicional puso al público a aplaudir en una tarde que ya se perfilaba como calurosa.

Pero fue la competencia de aparte campero la que terminó de subir la temperatura en el predio de Palermo. Esta prueba, que representa una tarea habitual en el campo, consiste Diferentes equipos que representaban a distintos establecimientos rurales, debían pasar de un corral a otro en menos de 2 minutos a tres vacas con el mismo número mezcladas entre el montón. Como cuando en una cancha de fútbol se grita un gol, el público aplaudía y festejaba cada vez que una de las vacas era apartada en el corral.

Después llegó la hora de los espectáculos más esperados de la tarde: las pruebas de mansedumbre y el entrevero de tropillas, ambos presentados por una figura emblemática de La Rural, la de Pastor Luna. Se trató de “trece tropillas, con un promedio de 10 caballos, más la yegua, más los montados, los de los paisanos… Ahí se ve realmente el entable que tiene la tropilla, es decir, cuán prontamente se junta a la yegua madrina”, le explicó a Clarín.com. El momento más festejado del público fue cuando los alrededor de 130 caballos corrieron al mismo tiempo de un lado a otro de la pista, para reunirse con su yegua. 

Luna animó al público con una maestría envidiable, la que le otorgaron los 25 años presentando eventos en La Rural. Entre prueba y prueba, algún verso del Martín Fierro o una explicación de libro acerca de las prácticas y los términos técnicos del campo. “Hay que tener variedad de versos con la historia argentina ligada a los caballos y al campo”, reveló Luna. “Yo hace tiempo que vengo a La Rural y siento la misma emoción que el primer día. Ya uno tiene años. Por esa emoción pienso que es la última Rural. Esta ovación que me hicieron… me hizo lagrimear”, confesó.