En el Mercado de Liniers concluyeron los negocios del viernes y con ellos la última semana comercial completa del mes de julio. Con una entrada pobre -7.822 animales-, la plaza se mostró firme.
Hubo alzas para novillos, novillitos y vacas; y se mantuvieron terneros y vaquillonas.
El mal estado de los caminos y las lluvias del martes, generaron que el volumen de ingresos se vea muy perjudicado. En este marco, la demanda tuvo que salir a pagar un poco más para cumplir con sus clientela.
Aunque estos valores, sobre todo los de lo especial de feedlot, son difíciles de transferir a la calle; de a poco se van estableciendo. Los precios que en un principio se pagaban para mantener la rueda comercial, se están transformando en moneda corriente.