El Ministerio de Comercio de China ha iniciado una investigación sobre las importaciones de carne de res, especialmente enfocada en los principales proveedores: Argentina, Brasil y Australia. Esta medida surge en respuesta a una solicitud formal por parte de representantes de la industria cárnica del país asiático, quienes argumentan que el aumento significativo de las importaciones ha perjudicado gravemente a los productores chinos.
En el marco de una caída de precios y desaceleración de la demanda interna, el precio local de la carne de res en China ha mostrado una tendencia a la baja. Esta situación es atribuida, principalmente, al exceso de oferta, impulsado por el aumento constante de las importaciones y el debilitamiento de la demanda interna, vinculado a la desaceleración económica que enfrenta la segunda mayor economía mundial.
A pesar de esta caída en la demanda, China sigue siendo el principal importador mundial de carne de res, lo que lo convierte en un mercado fundamental para los mayores exportadores globales, como Brasil, Argentina y Australia.
Tras el anuncio de la investigación, el gobierno brasileño emitió un comunicado afirmando que, en principio, no adoptará medidas preliminares y que demostrará que sus exportaciones no afectan negativamente a la industria china. Por su parte, Argentina y Australia dependen en gran medida del mercado chino para sus exportaciones de carne de res. La posibilidad de que la investigación derive en restricciones podría representar un golpe significativo para sus economías.
Cabe destacar que las importaciones chinas de carne de res en 2023 fueron un 65% superiores a las de 2019.
La investigación tendrá una duración inicial de ocho meses, con posibilidad de extensión en circunstancias especiales. Durante este período, el comercio no se verá interrumpido, lo que brinda cierta estabilidad temporal a los exportadores.
Las asociaciones chinas argumentan que el aumento de las importaciones ha creado una competencia desleal para sus productores, quienes enfrentan crecientes desafíos económicos. Esta investigación no solo tiene un componente económico, sino también un trasfondo político, al buscar equilibrar las necesidades de los consumidores con la protección de los productores nacionales.
Si China concluye que las importaciones perjudican significativamente a su industria local, podría imponer aranceles adicionales o establecer cuotas de importación lo que podría generar un exceso de oferta en otros mercados, provocando una caída en los precios internacionales de la carne de res.
En resumen, la investigación sobre las importaciones de carne de res refleja una estrategia de protección económica interna por parte de China, pero también expone la vulnerabilidad de países exportadores que dependen en gran medida del mercado chino. Mientras el proceso de investigación avanza, los actores involucrados deberán mantener un delicado equilibrio entre la defensa de sus industrias nacionales y la necesidad de mantener relaciones comerciales estables con uno de los mayores consumidores del mundo.