Semillero de Futuro es el programa de Responsabilidad Social más importante de Monsanto en Latinoamérica Sur. A través del mismo se financian proyectos sociales y productivos que agreguen valor y dejen capacidad instalada en las comunidades donde viven y trabajan los empleados, distribuidores y clientes de Monsanto, fomentando la sustentabilidad de esas comunidades.
En la 7ta edición del programa de responsabilidad social que lleva adelante Monsanto, Semillero de Futuro benefició a 43 proyectos de instituciones rurales con una inversión de 2.250.000 pesos.
Desde sus inicios en 2005 hasta hoy, Semillero de Futuro financió 342 proyectos con una inversión total de 10.850.000 de pesos. De esta manera, benefició directamente a 65.000 personas en 16 provincias argentinas, en Paraguay, Chile y Uruguay, y a 225 distintas instituciones sin fines de lucro.
“Año tras año aumenta el interés de organizaciones por el apoyo Semillero de Futuro. Esto se ve reflejado en el incremento de los proyectos: en el 2012 se presentaron 75, mientras que en el 2013 fueron 84, de los cuales 43 fueron seleccionadas. Las iniciativas provienen de Buenos Aires, Entre Ríos, Misiones, Corrientes, Chaco, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Salta y Tucumán”, señaló Fernanda Pérez Cometto, Gerente de Asuntos Públicos de Monsanto. Por segundo año consecutivo, Córdoba fue la provincia que más proyectos presentó.
El programa busca ayudar a instituciones sin fines de lucro, tales como Fundaciones, Asociaciones Civiles, Cooperadoras Escolares de Escuelas Agropecuarias y/o Agrotécnicas (exclusivamente), Cooperativas de Trabajo y otras instituciones, que trabajen en comunidades rurales o semi rurales de menos de 100.000 habitantes.
“En la 7ta edición de Semillero del Futuro el 84% de los proyectos elegidos corresponden a localidades de menos de 20.000 habitantes. La localidad más pequeña fue Paraje El Arazá, en el partido de Lobos, seguida por Magdala, en el partido de Pehuajó, con 215 y 293 habitantes respectivamente”, completó la ejecutiva.
Uno de los ejes de la séptima edición fue el acompañamiento de microemprendimientos agropecuarios para la producción de animales y alimentos. Siete proyectos con esta temática fueron financiados. Por ejemplo, en Monte Buey, Provincia de Córdoba, el Instituto Técnico Agrario Industrial pondrá en marcha un gallinero que alojará a 100 ponedoras y permitirá una buena ventilación e iluminación natural, así como el libre acceso de las gallinas al patio.
En Olavarría, Provincia de Buenos Aires, la Asociación Cooperadora de la Escuela Agropecuaria N° 1 Gral José de San Martin construyó 8 parideras con el objetivo de apoyar a los pequeños emprendimientos de producción de cerdos de la zona, brindando capacitación y asesoramiento.
En Pago Alegre, Provincia de Corrientes, la Fundación Cruzada Argentina acondicionará el criadero de cerdos, instalando comederos y bebederos en cada sector, parideras, manga y cepo, balanza y un tendido eléctrico que ilumine el sector.
